La banca sugiere al Gobierno que deje caer a entidades «poco viables» y castigue a sus gestores

ECONOMÍA

11 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB) dibujó ayer las cruces que, a juicio de la patronal bancaria, están distorsionando las reglas del mercado financiero para salir de la crisis. Durante su comparecencia en el Congreso para exponer a los grupos políticos la situación en la que se encuentra la concesión de crédito tras las ayudas del Estado, Miguel Martín Fernández deslizó la idea de que el Gobierno deje caer a las financieras inviables en el actual contexto.

«Como el caso japonés ha demostrado, ayudar a sobrevivir a entidades poco viables debilita al conjunto y lastra la recuperación de la economía real. Ambos problemas deberían evitarse en España», dijo Martín en los primeros minutos de su intervención. El ejemplo expuesto por el directivo de la AEB es la crisis financiera japonesa de los noventa, cuando el Estado nipón inyectó ayudas a los bancos, pero no evitó la quiebra de varios.

A juicio de Martín, las ayudas directas a entidades en el alambre rompe el sistema de competencia. «Mantener la competencia bancaria es esencial. Esto significa dos cosas: una, que un numero suficiente de jugadores compitan entre sí; dos, que todos ellos lo hagan en igualdad de condiciones. Y este segundo condicionante ha saltado por los aires en Europa con las inyecciones de capital indiscriminadas acordadas por los distintos Estados europeos», completó, aunque evitando siempre citar nombres o detallar situaciones.

La alusión, con todo, no es nueva. Algunos grandes banqueros ya se quejaron de esto mismo cuando el Gobierno anunció medidas en otoño, como la compra de activos. Martín fue un paso más allá y sugirió además que se aparte de los gestores de las entidades que tengan que ser intervenidas, para mantener la «disciplina que siempre se ha seguido en España».

Durante su comparecencia al objeto de evaluar la eficacia del estimular al crédito, el directivo certificó que la banca que él representa -61 entidades españolas, 36 sucursales extranjeras, controlando el 44% de los créditos- «siempre colaborará para tirar del carro y arrimar el hombro».

Desde la presidencia de la AEB no descartó que se produzcan fusiones en el sector y aseveró que, a diferencia de lo sucedido en otros países de la UE y en Estados Unidos, el crédito en España no ha decrecido: «El flujo del crédito ha continuado siendo positivo». Aunque, reconoció, a niveles más bajos. Y aun asumiendo parte de su culpa en el bum de la concesión de créditos, el representante de la banca recordó que la demanda ha caído y que los mercados de financiación «han estado cerrados desde agosto del 2007».