La ampliación en el aplazamiento de pagos ha servido para frenar la morosidad.
26 feb 2009 . Actualizado a las 12:23 h.La deuda de las empresas que no pagaron sus cotizaciones a la Seguridad Social en 2008 ascendió a unos 1.200 millones de euros.
La crisis influye en el deterioro de las cuentas de las compañías, pero algunas medidas adoptadas, como la ampliación en el aplazamiento de pagos, han frenado el aumento de la morosidad. De todas formas y a diferencia de lo ocurrido en otras épocas de declive económico, el Gobierno asegura que ahora las empresas lo primero saldan son sus obligaciones con el sistema. Prueba de ello, es que en porcentajes el débito del pasado ejercicio sólo superó en 0,03 puntos el registrado en 2007, cuando los empleadores dejaron de abonar el 1,07% de las cotizaciones reglamentarias.
La información con estos datos y la descripción de la situación corrió a cargo del secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, quien acompañó al ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, al Congreso de los Diputados para la entrega del informe anual sobre el fondo de reserva de las pensiones. La 'hucha' que protege el abono de estas prestaciones alcanzó, en 2008, los 57.223,17 millones (el 5,21% del producto interior bruto) tras un incremento anual del 25,17%. Los rendimientos netos generados se elevaron a 1.987,23 millones.
El ministro insistió en que la recesión «no afecta a los elementos básicos y esenciales del sistema de pensiones», lo que no evitará que la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo adopte cambios moderados para garantizar a largo plazo el sistema. Granado añadió que en 2009 el superávit de la Seguridad Social «en la hipótesis más pesimista» llegará a «los 3.000 ó 4.000 millones», cantidad a la que habrá que añadir los nuevos rendimientos del fondo.
Respecto al futuro inversor de la 'hucha', Corbacho precisó que cualquier cambio en su gestión se debatirá y acordará en la comisión del Pacto de Toledo y pidió a la oposición, sobre todo al PP, que ceje en sus críticas porque el principio que prevalece a la hora de pensar en dónde se deposita el dinero es el de «seguridad».
El secretario de Estado explicó que el Gobierno tiene preferencia por la deuda española, «la mejor», posición que mantendrá en 2009.
Aclaró que «el fondo salió a deuda extranjera porque aquí se emitía muy poca y hubiéramos cegado el mercado a otros inversores. Ahora el contexto es diferente», concluyó.