ING prescinde de su consejero delegado, elimina 7.000 puestos de trabajo y recurre otra vez al Estado
27 ene 2009 . Actualizado a las 09:21 h.La oleada de recortes de plantilla asociada a la crisis económica internacional no da tregua y amenaza con dinamitar hasta las previsiones más pesimistas de incremento del paro. Tras los más de 40.000 despidos anunciados entre la semana pasada y la anterior por gigantes tecnológicos de la talla de Motorola, Google, Intel, Ericsson o Microsoft, seis empresas europeas y estadounidenses pusieron ayer sobre el tapete otra sangría de 52.000 puestos de trabajo. La cascada de malas noticias comenzó por la mañana en el Viejo Continente y continuó por la tarde al otro lado del Atlántico.
En esta orilla, el pistoletazo de salida lo dio el banco holandés ING, que pondrá en la calle a 7.000 personas en el marco de una profunda reestructuración que incluye el relevo de su consejero delegado, Michael Tilmant, quien será sustituido por Jan Hommen. La nueva dirección se ha marcado como objetivo reducir costes por valor de mil millones de euros, y para ello, entre otras cosas, se replanteará el patrocinio del equipo Renault de fórmula 1, en el que milita el piloto español Fernando Alonso. De acuerdo con los datos preliminares hechos públicos ayer, la entidad cerró el 2008 con unas pérdidas de mil millones de euros.
Más ayudas públicas
Además, y para reforzar sus finanzas, ING, que ya tuvo que ser rescatado por el Estado holandés en octubre pasado con una inyección de 10.000 millones de euros, tendrá que recurrir de nuevo a las ayudas públicas. En esta ocasión, el Gobierno le concederá un aval del 22.000 millones de euros, que servirá para cubrir el 80% de las hipotecas problemáticas de la entidad en Estados Unidos.
A cambio de este nuevo apoyo del sector público, ING ha prometido reservar 25 millones de euros extra para créditos a consumidores y empresas, renunciar a las bonificaciones de los directivos en el 2009 y elaborar una nueva política de incentivos para consolidar la tendencia a la baja de estos.
Sin salir de los Países Bajos, la multinacional holandesa de la electrónica Philips hizo público ayer que eliminará 6.000 empleos, un recorte que afectará a todas las divisiones de la firma. La noticia coincidió con el anuncio de que la compañía registró unos números rojos de 1.470 millones el último trimestre del año pasado. «La evolución de nuestros resultados refleja la velocidad y ferocidad sin precedentes con las que la economía se ha ralentizado en el 2008», aseguró el presidente de Philips, Gerard Kleisterlee.
Mientras, el segundo mayor productor de acero de Europa, Corus, informó de que recortará 3.500 empleos (2.500 en el Reino Unido) para hacer frente a los efectos de la crisis.
Y Citroën puso la guinda con la eliminación de 500 puestos de trabajo en Portugal.
Estados Unidos
Ya en Estados Unidos, el fabricante de maquinaria para construcción Caterpillar puso sobre la mesa un plan de reestructuración que dejará en la calle a 20.000 personas. Desde la empresa aseguraron que el recorte, pese a ser «doloroso para los empleados y los proveedores», es «absolutamente necesario teniendo en cuenta las circunstancias económicas».
Por su parte, el empresa de telefonía Sprint Nextel informó de que eliminará 8.000 empleos, incluidos los 850 anunciados el pasado año y que se llevarán a acabo mediante un plan de bajas incentivadas. La estrategia diseñada por la firma pasa por reducir los costes laborales en unos 1.200 millones de dólares anuales.
Las malas noticias de la jornada en el terreno laboral se completaron con el anuncio de que la cadena estadounidense de tiendas de bricolaje y reformas para el hogar The Home Depot prescindirá de 7.000 trabajadores, mientras que General Motors añadirá otros 2.000 despidos a los ya anunciados.