Las tasas municipales se elevan este año por encima del IPC para compensar la caída de otros ingresos
02 ene 2009 . Actualizado a las 15:48 h.El ritual se repite cada vez que cae la duodécima campanada. Con la uva que da la bienvenida al nuevo año se oficializan los nuevos precios de los servicios básicos, revisión que no se detiene aunque la situación económica sea crítica, como se aventura para el 2009. La práctica totalidad de productos para los ciudadanos, con la única excepción de los vinculados a los carburantes, han subido ya, desde ayer, por encima del índice de precios al consumo (IPC), el que marca la inflación. En noviembre, ese indicador se quedó en el 2,4% y es previsible que el año acabe en torno al 2%. De hecho, buena parte de los salarios se revisarán en torno a esa cifra.
Pero el poder adquisitivo de los ciudadanos mermará ostensiblemente. Porque servicios básicos como el transporte -desde los billetes de bus y tren hasta los peajes-, la luz, el agua o la telefonía se incrementarán por encima de la inflación. Lo harán entre un punto (subida del 3,5%) y tres y medio (hasta un 6%). Para muchas prestaciones es el doble que el coste oficial de la vida. Y sucede cuando España se encuentra en recesión, el endeudamiento de las familias está en valores récord (más de 700.000 millones solo en hipotecas), el desempleo se dispara y se teme una deflación.
La última tarifa en subir ha sido la luz, que ahora se abona mensualmente, y que supondrá, por término medio, que cada usuario abone 1,5 euros más al mes. Se eleva un 3,4%, pero si se toma el aumento desde enero del 2008, el incremento está por encima del 9%. En el 2007 fue del 6,7%.
Las empresas justifican la subida aduciendo dos motivos: los cálculos se hicieron tomando un IPC superior (llegó a superar el 5% a mediados del 2008, y ahora está apenas por encima del 2%) y también para compensar el precio real de sus servicios y el déficit que arrastran.
Pero no es una cuestión exclusiva de compañías cuyos precios han de contar con el visto bueno del Gobierno central; subidas por encima de la inflación también las han aprobado los ayuntamientos. De hecho, en todas las grandes urbes gallegas, con la excepción de Pontevedra, las tasas e impuestos locales que pagarán sus ciudadanos en el 2009 se han aprobado contando con subidas entre el 3 y el 4,2%. Esta última cifra es la media del alza en las siete urbes de un servicio básico, el agua, cuya tarifa controlan los concellos. Bien es cierto que, a la vez, los ayuntamientos han habilitado algunas bonificaciones. En el fondo de la subida están las dificultades que encuentran las Administraciones locales para financiar sus servicios cuando el grifo de algunos ingresos, sobre todo por la actividad inmobiliaria, se ha cerrado.
Correos y Renfe
Llamar por teléfono también será más caro, un 4% más de media entre todas las compañías. Conectarse a Internet, lo mismo. Y utilizar el servicio de Correos obligará a pagar un 2% más, único servicio que se acerca a la inflación oficial. Pero subirse al tren será mucho más oneroso: hasta un 6% sube el billete de Renfe para distancias cortas, y un 4% si es de largo recorrido. La única alegría a la subida generalizada de precios la ofrece hoy la bombona de butano y el gas natural, con descensos del 1,88% y el 3,6% respectivamente. El ahorro medio rondará el euro y medio en cada recibo. Pero es previsible que ambas suban en marzo o abril.