Almunia alerta de una segunda oleada de la crisis en el sector financiero

M. J. A.

ECONOMÍA

Considera imprescindible que Europa siga liderando la discusión y los acuerdos de reforma del sistema

18 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, alertó ayer de la llegada de una «segunda oleada» de impacto negativo en el sector del crédito. Cree que se ha afrontado con éxito lo más difícil de la crisis financiera internacional, la paralización del mercado interbancario y sus efectos en cadena, gracias, en gran parte, a la decidida y coordinada actuación de los países europeos, pero ahora toca hacer frente a las secuelas de la desaceleración económica y el aumento del paro. Pasada una época de muy bajo crecimiento -afirmó, en un encuentro con la Asociación de Periodistas de Información Económica- se recuperará la actividad, a lo que contribuirá, si persiste, el cese de la presión que han venido ejerciendo los altos precios del crudo.

El interbancario ya ha empezado a reaccionar positivamente a los esfuerzos de las autoridades europeas y de Estados Unidos, comentó, para puntualizar que «ese es el principio, pero no toda la solución». Ahora toca esperar que los diferenciales en los préstamos bancarios retornen a niveles más normales, que las instituciones se presten entre ellas y que se logre evitar la crisis del crédito. Y a continuación se tratará de impedir el riesgo que una caída de la actividad va a suponer para el negocio financiero.

El comisario europeo explicó que de los dramáticos episodios de la crisis internacional y de las soluciones adoptadas se pueden extraer algunas conclusiones. Se impone reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones, elevar de categoría los organismos de coordinación y conectar a los responsables de velar por la estabilidad financiera en los diferentes países.

Aprender la lección

Almunia consideró «imprescindible» que se aprenda de la experiencia actual, y que Europa siga liderando la discusión y los acuerdos para avanzar hacia a una mejor regulación y supervisión a escala global.

Entre los principales retos del momento, señaló la necesidad de contar con un mercado financiero «bien regulado», así como mejorar el modo de gobernar la economía global.

Dinero de los contribuyentes

Almunia evocó que los contribuyentes «están poniendo mucho dinero sobre la mesa», y aclaró que, en el caso de las operaciones de recapitalización bancaria los ciudadanos son los inversores y deben obtener los correspondientes rendimientos. Puesto que sus fondos se están utilizando como aval, también urge extremar la vigilancia sobre el comportamiento de las entidades. Por eso demandó más transparencia y el aumento de las exigencias a los gestores: a los malos hay que reclamarles responsabilidades, y a los buenos, rendición de cuentas, postuló. El comisario europeo se decantó también por examinar los incentivos que perciben no solo altos responsables bancarios, sino también otros ejecutivos y consejeros, y sugirió eliminar los bonus que muchos han venido cobrando en la fase alta del ciclo económico, generadores de todo tipo de abusos.

Almunia advirtió, además, de que la banca va a contribuir menos al crecimiento global, por lo que el avance tendrá que venir del sector no financiero. En este último «ganará quien sepa introducir más dinamismo, más eficiencia y acierte en políticas que sean capaces de aumentar la productividad», dijo.

Finanzas públicas

Respecto a las finanzas públicas, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios afirmó que se enfrentarán a una situación «complicada», ya que, además del coste de las iniciativas para dinamizar la economía, tendrán que afrontar otros retos como la lucha contra el cambio climático y el envejecimiento de la población. Las medidas adoptadas, reconoció, provocarán durante un período «transitorio» un endeudamiento de los países, que solo cristalizará en déficit si la inversión supone pérdidas.