La constructora Edisan ha presentado concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos), que tramita el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid, ante la imposibilidad de hacer frente a deudas que ya al cierre del 2007 ascendían a 175 millones de euros. La pronunciada crisis del sector de la vivienda ha hecho que la empresa presidida por José Antonio San Román, cabecera de un gran grupo, se haya visto incapaz de afrontar sus deudas con entidades financieras y proveedores.
Al cierre del 2007, la empresa tenía unas deudas a largo plazo de 63,5 millones de euros, contraídas mayoritariamente con los bancos, en tanto que debía 115,5 millones en el corto plazo, de los que 26,2 millones correspondían a entidades financieras y el resto a acreedores comerciales y a las Administraciones públicas. Según las fuentes consultadas, algunas de las cerca de treinta empresas del grupo y vinculadas al presidente también han presentado concurso voluntario de acreedores, aunque la mayor es la matriz, que a principios del 2008 contaba con cerca de 140 trabajadores. Según fuentes sindicales, la firma ya ha anunciado a los trabajadores un expediente de regulación de empleo (ERE), que, al parecer, han aceptado. Edisan es una constructora con sede en Madrid, que cuenta con delegaciones en Cataluña, Aragón, Castilla y León, Cantabria, Andalucía, Levante y la Costa del Sol.
La firma se suma a una larga lista de grandes empresas del sector que se han declarado insolventes, como Llanera, SEOP, Lábaro, Cosmani, Drac, Promodico, Urazca o Martinsa. Ayer mismo, en Sevilla, ingresaba en prisión el presidente de la inmobiliaria sevillana Contsa, José Salas Burzón, por cuatro presuntos delitos societarios en su empresa, que tiene un agujero de 86 millones de euros. Salas pudo haber desviado activos millonarios a su familia.