La crisis abre la puerta a la subasta de pisos a la baja, como en las lonjas

Natalia Bore

ECONOMÍA

20 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El mal momento -o la situación de crisis, en función de quien sea el interlocutor- que está atravesando el sector inmobiliario está introduciendo llamativos cambios en el sistema de venta de pisos. Si tradicionalmente los precios de las viviendas eran como un globo en continuo ascenso, de un tiempo a esta parte se imponen los recortes, si la prioridad es vender. Y precisamente sobre la base de esa idea, la empresa Tulipp Salones y Subastas, con sede en Madrid y con apenas medio año de vida, encontró un filón: las subastas inversas, también conocidas como «a la holandesa», que consisten en pujar a la baja antes de alcanzar el límite máximo de rebaja, fijado confidencialmente entre el vendedor y el subastador.? Bajo el lema de «el mercado manda», el director general de Tulipp, Jorge Zanoletty, explica que el sistema -que ya estaba «inventado», aunque nunca antes se había aplicado a la subasta de pisos- trata de poner en contacto a promotores dispuestos a vender rebajando los precios -un porcentaje de entre el 10 y el 30%- y los potenciales compradores en busca de buenas oportunidades.

«Descubrimos un nicho de mercado interesante, pero no indica que el sector inmobiliario esté en crisis, solo que, como el pescado en las lonjas -usan subasta a la baja- la vivienda se ha convertido en un bien perecedero, es decir, con el piso acabado y sin vender, el promotor pierde dinero porque tiene que pagar IBI, préstamos... Por eso le interesa más venderlo, y ahí entramos nosotros», añade.

Para su primera subasta a la holandesa, celebrada en el recinto ferial de la Casa de Campo de Madrid el último fin de semana de marzo, la empresa de Zanoletty contactó con 17 promotoras -entre ellas, Martinsa-Fadesa, Grupo Pinar o Bancaja Hábitat-, que pusieron a la venta 216 viviendas nuevas, ubicadas por todo el territorio español, desde Madrid a Málaga, Guadalajara, Toledo, Ibiza, Valencia, Cádiz o Granada. «Algunos promotores se tomaron la iniciativa como un outlet en el que liquidar pisos sueltos, mientras que otros sacaron a subasta promociones completas», explicó Zanoletty, y añadió que, aunque en esta primera edición no había promotores gallegos, tras ella «algunos se han puesto en contacto con nosotros, interesándose por las próximas subastas».

Descuentos

El valor total de salida de los inmuebles, que los interesados en comprar tuvieron oportunidad de visitar previamente, era de 62 millones de euros. De ellos, finalmente se subastaron, con un descuento medio de entre el 18,5 y el 30,3% sobre el precio inicial, un total de 22, cuyo coste de salida fue de 5.699.200 euros y su importe de adjudicación de 4.185.350 euros, lo que se traduce en una bajada del 26,6%.

«Las cifras demuestran el esfuerzo de los promotores por adecuar su oferta de precios a la demanda existente en el mercado, y suponen un interesante punto de partida para los compradores que acudan a los futuros eventos», valoró Zanoletty, que confía en que en las próximas subastas -24 y 25 de mayo en Madrid; en junio en Málaga; en julio en Londres y en septiembre en Barcelona- atraiga a más particulares, pues a la primera acudieron sobre todo inversores.