El BCE y las cajas auguran que la crisis se alargará más de lo previsto

M. J. Alegre / Agencias

ECONOMÍA

Las entidades de ahorro rebajan la previsión de crecimiento al 2% este año y al 0,9% el próximo ejercicio

18 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los precios del petróleo y de los alimentos básicos por las nubes dejan poco margen a la esperanza. Las presiones inflacionistas van a seguir a corto plazo, asegura el Banco Central Europeo en su último informe mensual de coyuntura, y los analistas interpretan que su análisis no admite concesiones. Además, se han detectado riesgos al alza para la estabilidad de los precios a medio y largo plazo. Por ello, el BCE considera que las turbulencias de los mercados financieros en la zona euro podrían durar más de lo previsto.

En el mismo sentido se pronunció ayer la Fundación de Cajas de Ahorros, que volvió a rebajar en seis décimas su previsión de crecimiento de la economía española para el 2008, desde el 2,6% hasta el 2%. Con todo, este dato no es el peor. Las cajas estiman que el año que viene será aún más duro, con un crecimiento del 0,9%, siete décimas menos de lo previsto hasta ahora. Todas estas previsiones arrojan una visión mucho más pesimista que la que mantiene el Gobierno español, un crecimiento del 3,1% para el 2008 y del 3% para el 2009.

La rebaja de tipos en la zona euro -donde el precio del dinero se mantiene en el 4%, y las tensiones del interbancario no ceden-, queda para más adelante. «Existe el riesgo de que el proceso de fijación de precios y salarios pueda intensificar las presiones inflacionistas» y, en estas circunstancias «resulta crucial que todas las partes asuman sus responsabilidades», observa la autoridad monetaria. E insiste en que, a cualquier coste, «deben evitarse efectos de segunda vuelta derivados del aumento del precio de la energía y de los alimentos sobre el proceso de fijación de precios y salarios». El consejo de gobierno de la entidad considera este comportamiento «fundamental» para mantener la estabilidad de los precios a medio plazo y, lo que entiende más importante, el poder adquisitivo de los ciudadanos.

En detalle, el BCE reconoce que las estrecheces de los mercados y el enfriamiento de estos en algunos países de la zona euro han frenado el ritmo de aumento de la deuda de los hogares europeos, pero añade que esa contención no se ha trasladado a las empresas.

Hasta febrero pasado, el endeudamiento financiero de las sociedades no financieras de la eurozona mostraba un notable ritmo de crecimiento anual del 14,8%. En general, los préstamos al sector privado interno se han incrementado a un ritmo anual próximo al 11% durante los dos últimos años.

Pero el Banco Central Europeo apunta una novedad: pese al endurecimiento de los criterios para la concesión de créditos que las entidades han venido manifestando en la encuesta sobre préstamos bancarios, lo cierto es que la financiación sigue creciendo con intensidad. Cabe concluir, por tanto, que las perturbaciones no han afectado significativamente a la oferta de crédito en la zona euro.