Bernanke reconoce por primera vez que EE. UU. puede entrar en recesión

Óscar Santamaría

ECONOMÍA

03 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«La recesión es posible». Por primera vez, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, afirmó ayer que los nubarrones que sobrevuelan la economía estadounidense podrían desatar la tormenta y que están «luchando contra el viento» para mantener a flote el barco. Su testimonio ante el Congreso sobre las perspectivas a corto plazo fue más pesimista que el que ofreció en enero. El impacto negativo de la crisis en el sector inmobiliario, crediticio y financiero es palpable. Y así lo reconoció Bernanke.

«Ahora parece posible que el PIB no crezca demasiado, si es que lo hace, durante la primera mitad del 2008 y se podría incluso contraer levemente», dijo el presidente del banco central estadounidense. De acuerdo a la teoría económica, una recesión se produce cuando se registran dos trimestres consecutivos en los que la economía no crece. No obstante, y a pesar de que esto aún no ha sucedido en Estados Unidos (en el último trimestre del 2007 se incrementó 0,6%), algunos analistas dan por hecho que el país ya se encuentra de lleno en ella.

Tras afirmar que «la recesión es posible», Bernanke confió en que la situación mejore para la segunda mitad del año y principios del 2009, gracias en gran parte al paquete de 168.000 millones de dólares impulsado por el Gobierno para estimular la economía y los recortes de tipos de interés decretados recientemente por la Reserva Federal, que los ha colocado en el 2,25%. A este respecto, Bernanke no dejó claro si los volverá a bajar en su próxima reunión a finales de mes.

El presidente de la Fed urgió al Congreso a que haga todo lo posible para relanzar el mercado inmobiliario -golpeado severamente tras la crisis hipotecaria que estalló el pasado verano- y para ayudar a todos aquellos que se encuentren a punto de perder su casa por no poder pagar las hipotecas.

También se pronunció sobre la polémica salida al rescate del banco de inversión Bear Stearns. La Fed respaldó un crédito de 29.000 millones de dólares para que JP Morgan pudiera comprarlo, lo que suscitó las críticas de aquellos que piensan que los contribuyentes no deberían ayudar a salir de problemas a instituciones privadas, más cuando la situación es tan delicada para todos. Bernanke dijo que lo tuvo que hacer para evitar males mayores, como que se hubiera producido una serie de bancarrotas en cadena en el sector financiero.