La constructora lalinense Proinsa, que aglutina también a Seixo e Inyeuropa, anunció ayer en una reunión con representantes sindicales de UGT, CC.?OO. y CIG que acudirá al proceso concursal -suspensión de pagos- ante la imposibilidad de remontar una crisis financiera que se plasma en una deuda conjunta de 29,5 millones de euros. La empresa entregó ayer cartas de despido a la práctica totalidad de las plantillas de Proinsa -145 trabajadores- e Inyeuropa -40 operarios-, mientras en la pontevedresa Seixo -104 empleados- se entregaron al 50% de los empleados.
En el caso de esta última empresa, se mantuvieron en los últimos días contactos con el grupo OHL de cara a la venta de su planta de aglomerado en Barro a su filial Elsam-Pacsa, aunque no han progresado. Fuentes sindicales señalaron que en la tarde de ayer visitaron dicha planta el presidente de Proinsa, Álvaro Méndez, con el empresario lalinense José Ramón González, que expresó a los trabajadores su intención de hacerse cargo de las instalaciones e intentar mantener a sus 45 trabajadores. Por lo que respecta a los demás asalariados de Proinsa, desde los sindicatos se apuntaba la posibilidad de que se incorporen a grandes constructoras nacionales, para las que Proinsa trabajaba en toda España. Entre las obras más importantes donde se encontraba el grupo lalinense, figura el nuevo estadio del Valencia, con FCC. En Galicia destaca el nuevo consistorio de Lalín, que con un presupuesto de 11,6 millones de euros construye Proinsa en UTE con FCC.
La entrada en suspensión de pagos llega tras el fracaso de la empresa de refinanciar sus créditos con una veintena de entidades financieras, que demandaban una inyección de capital que no llegó a materializarse. Proinsa adeuda las nóminas de febrero a la totalidad de su plantilla, y a la mitad también enero; en el caso de Seixo, los trabajadores tampoco cobraron febrero. Desde hace semanas, el grupo empresarial ha enviado de vacaciones a los operarios ante la imposibilidad de hacer frente a las nóminas.
Las cartas de despido entregadas ayer permiten a los asalariados solicitar la prestación de desempleo y buscar un nuevo trabajo. En cuanto a las indemnizaciones, ante la situación de la firma se considera probable que sea el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) quien tenga que asumirlas finalmente.
La demanda de suspensión de pagos se presentará en el Juzgado de lo Mercantil en un par de semanas, y conllevará la designación de interventores judiciales para hacerse cargo de la empresa, que deberán estimar más tarde si es posible reflotar la constructora o bien se declara en quiebra, posibilidad que los sindicatos consideran posible ante el elevado pasivo financiero y el exiguo patrimonio. La situación puede arrastrar a varias empresas de Deza proveedoras de Proinsa.