La subida del gasoil obliga a los transportistas a parar los camiones

ECONOMÍA

14 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Las principales asociaciones de transporte de Galicia, Fegatramer -que aglutina a las empresas- y Fetram -que integra a los autónomos- temen que la última subida del precio del gasoil, que supera ya a la gasolina, constituya la estocada definitiva para un sector que lleva varios años arrastrando problemas y que camina hacia una inevitable reconversión. Ambas organizaciones coinciden en que la situación se está haciendo insostenible, especialmente para aquellos que viven de uno o de dos camiones, que son más del 40% en la comunidad autónoma y que tienen hipotecadas sus propiedades personales. Según Belarmino Torrente, el presidente de Fegatramer, un 10% de los autónomos de A Coruña tienen parte de sus vehículos pesados parados porque las gasolineras no les adelantan combustible para poder circular y ellos no tienen liquidez para afrontar el gasto. Según Torrente, quedan muchas cargadoras en Galicia que no incrementaron las tarifas y que llevan sin subir los precios 10 años.

La última subida experimentada por los combustibles supone un gasto añadido de 9.000 euros al año, según cálculos efectuados por Fetram, que se suman a los 38.752 en que estima los gastos de combustible el Observatorio de Costes del Transporte de Mercancías por Carretera y a los 114.779 en que están calculados los costes directos anuales.

El presidente de Fegatramer, Alfonso Parga admite que algunas empresas no tienen a toda su flota en circulación y mantienen aparcados dos o tres vehículos porque no les resulta viable ponerlos en ruta. Parga reconoció que la situación era insostenible y que superar la crisis pasa por la agrupación de empresas, pero especialmente por rechazar aquellas cargas que no son rentables y que es lo que realmente está causando daño al sector. «Non se pode circular por debaixo de costes, como se está facendo agora. Hay que facer números e valorar se compensa ou non», insistió. Para Parga «o problema é que estamos nun país de libre mercado e non somos capaces de repercutir os custos».

Tanto Torrente como Parga coinciden en que en los próximos meses cerrarán empresas y pararán camiones. La crisis afectará especialmente a los autónomos, con más dificultades para competir en la situación actual de mercado. Ninguna de las dos organizaciones realizó un estudio sobre cómo repercutirá la imparable subida del combustible en el sector del transporte de mercancías y especialmente si las empresas cargadoras no toman conciencia de la situación.

La reestructuración se llevará a cabo en una autonomía en la que están trabajando algo más de ocho mil empresas, con una media de 2,3 camiones, lo que pone de manifiesto la atomización de un sector en el que también hay alguna flotas de 70 vehículos. Los primeros que caerán serán, casi con seguridad, los que viven de uno o de dos vehículos.