Manuel Conthe: «Si un juez me lo pide, le contaré lo que aún no he dicho»

Natalia Bore

ECONOMÍA

26 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

«Tengo instrucciones de no desviarme», afirmó ayer Manuel Conthe, ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en la presentación de su libro La paradoja del bronce . Espejismos y sorpresas en el mundo de la economía y la política. Pero pese a las «instrucciones» de la editorial, Conthe -con la ironía como arma- hizo un repaso crítico por los episodios más turbulentos de la economía española reciente: desde el caso de Fórum y Afinsa a la opa de Endesa, que puso bajo sospecha a la CNMV y acabó con su dimisión.

A la pregunta de si todo estaba ya dicho sobre el culebrón de Endesa, sus opas y la actuación del organismo que él presidía o si, por el contrario, el último capítulo se escribiría en un juzgado, Conthe respondió: «Si un juez me lo pide, a él le contaré cosas que aún no he dicho». Aunque la lentitud de la Justicia española, «que tarda mil años en resolver causas que en otros países son rápidas», fue el blanco de otro de sus dardos.

Aunque el libro lo escribió antes de pasar por la CNMV, algunos capítulos están de plena actualidad, como en el que aborda las pirámides financieras. Sobre el caso de Fórum y Afinsa, Conthe habló de «negligencia manifiesta» de las autoridades financieras y del Banco de España, que dejaron sin supervisión a las filatélicas, introduciendo en el 2003 una modificación legal por la que la supervisión se trasladaba a Consumo, a las comunidades autónomas: «Fue un disparate y demuestra que los que la impulsaron sabían lo que hacían y la situación en la que estaban las entidades».

El ex presidente de la CNMV mantuvo ayer, seis meses después de dejar el cargo, que dimitir fue la mejor decisión, ya que su objetivo era provocar una catarsis que garantizara la independencia del organismo. «A priori no podía saber si esa catarsis se produciría. Pero estoy muy satisfecho de haber dimitido. Ahora hay una conciencia en todos los partidos de que hay que tener instituciones independientes del Ejecutivo, aunque le rindan cuentas de su actividad, y también al Parlamento, si se deja. Creo que la catarsis ya está en germen», subrayó.

Tampoco se resistió a leer una cita de San Manuel Bueno, mártir, libro de Unamuno que inspira uno de los capítulos del suyo: «San Manuel acabó canonizado sin desvelar que había perdido la fe. En el mundo real el genuino santo, héroe o estadista es quien cuenta la verdad. Aunque a veces acabe martirizado». Pese a que dijo no sentirse identificado en la frase, señaló que no se consideraba un héroe, pero que «el verdadero coraje hay que tenerlo para hablar, no para callarse», insistiendo en que, dimitiendo y compareciendo ante el Congreso para explicarlo, «le hice un servicio al país y al Gobierno».