Descartan indemnizar los daños en el coche contra el que chocó un inscrito en el Rali do Cocido

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

DEZA

La Justicia considera que los desperfectos se debieron al «actuar negligente» de los demandantes

19 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El 21 de marzo del pasado año, un Renault Clio que competía en el Rali do Cocido sufrió una salida de vía colisionando contra un turismo que estaba estacionado en una carretera colindante y este, a su vez, impactó contra un Ford Mondeo. Los propietarios de este último automóvil acudieron a la Justicia reclamando una indemnización por los desperfectos, mientras que desde la organización de la prueba se defendieron aduciendo que se encontraba aparcado en una zona catalogada como peligrosa, donde, por lo tanto, estaba prohibido el estacionamiento como el posicionamiento de aficionados.

Y los tribunales le dieron la razón a estos últimos: «Los daños fueron originados por el actuar negligente de los demandantes, sin que se pueda observar negligencia alguna de la organización, quien señalizó y balizó claramente el lugar donde no podía estar personas y, evidentemente, vehículos estacionados».

Pero, ¿cómo se llegó a tal conclusión? En la sentencia, frente a la que cabe la interposición de un recurso que deberá resolver el Tribunal Supremo, se recoge que los demandantes son «asiduos a las competiciones de ralis», así como que «vieron precintar el tramo».

Sentadas estas dos premisas, los magistrados concluyen que, por su experiencia, sabían lo que significaba el precinto, pero también «cual sería la zona obvia de salida de un vehículo que perdiera el control». En este punto, si bien se reconoce que adoptaron alguna medida de seguridad -aparcaron en un área ascendente-, se remarca que lo hicieron muy cerca del lugar donde se podría producir una salida de vía. Y así ocurrió. Uno de los competidores perdió el control de su vehículo y este se precipitó por «la zona obvia para esas circunstancias y que estaba señalizada como zona peligrosa».

En este punto, se incide que hay testigos que aludieron al hecho de que «los vehículos fueron movidos para bajarlos». En este sentido, el copiloto del Renault en competición, «único realmente presente en el accidente», compareció en el juicio manifestando que cuando preguntó por la presencia de los dos turismos tan próximos a la carretera por la que discurría la prueba, «todo el mundo le dijo que habían dejado caer los vehículos».

En cuanto al jefe de seguridad del rali, este aseguró que cuando pasó con el coche de seguridad se percató de la presencia de los dos turismos, aunque mantuvo que se encontraban más arriba de lo que reflejan las fotos tomadas del lugar del accidente.

A este respecto, la Justicia consideró acreditado que la organización comprobó los distintos tramos de competición «pasando tres coches, más un coche de Tráfico, una hora antes del inicio de la competición». El responsable precisó que carece de competencias para exigir que se retiren los espectadores o los coches de los aficionados: «Su única función es la de comprobar que los tramos están bien encitados y encerrados, cosa que ocurría en este supuesto».