El Embutidos Lalinense regresa de Chapela con las manos vacías

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LALÍN/LA VOZ.

LALÍN

28 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El mes de noviembre deportivo del Embutidos Lalinense Balonmán Lalín remata con mal sabor de boca para los rojinegros. El equipo de Alberto Miguélez perdió ayer 33-29 ante el Chapela en el tercero de los encuentros «ante los grandes» del cuadro rojinegro. El plantel dezano no consiguió imprimir a su juego, y sobre todo a su defensa, la intensidad y la concentración necesarias, y acabó cediendo ante un Chapela que jugó un buen partido a pesar de jugar 16 minutos en inferioridadnumérica. Bien es cierto que el Lalín tampoco viajó con toda la plantilla, sino que tuvo que afrontar el choque lastrado por las bajas de Marco, Canario y Pincho, que se sumó también a los ausentes por lesión.

Sobre la pista se vio a un BM Lalín que en los primeros minutos dibujó un choque igualado que pronto comenzó a inclinarse a favor de los de Fran Teixeira, que parcial a parcial incrementaban su ventaja sobre los de Alberto Miguélez. De hecho, al descanso se llegó con un 20-12 que no dejaba mucho margen para la remontada, puesto que mientras al Lalín le costaba defender y acusaba poca comunicación con el pivote, el Chapela se ponía las botas gracias al lanzamiento exterior y al juego con los extremos. Para completar el mal día de los lalinenses, los rojinegros se encontraban con frecuentes pérdidas de balón que el Chapela no desaprovechaba.

En el segundo tiempo, el Embutidos Lalinense dibujó un amago de remontada gracias a algunos destellos de buena defensa que se veían anulados de nuevo con errores en ataque y constantes dificultades para mover la defensa rival, más atinada y constante que la dezana, que alternó su tradicional 6:0 con 4:2 y 5:1. En los últimos minutos del choque los rojinegros maquillaron el resultado ante un Chapela que se presentó sólido y mereció el triunfo.

Falta de confianza

«Faltó intensidad, y sobre todo confianza», valoraba Alberto Miguélez tras el choque. Para el entrenador del Embutidos Lalinense su equipo adoleció ayer de intensidad y sobre todo seguridad. «Tuvimos muchísima indecisión en defensa, sobre todo en el centro, y en los laterales y exteriores tampoco estuvimos bien; nos encontramos inseguros y eso nos costó muchos goles», resumió el técnico.

El entrenador lalinense reconoció que el Chapela exhibió mejor juego que su equipo, y lamentó los dos puntos perdidos. En cualquier caso, «ya se sabe que esto puede pasar; son dos puntos siempre complicados, y en esta ocasión no pudimos conseguirlos».