Areeiro dice que la situación es de máxima alerta en los viñedos de Rías Baixas por el mildiu

A. Castroverde PONTEVEDRA/LA VOZ.

DEZA

03 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La situación en la provincia ses de «máxima alerta» ante los progresos del mildiu en los viñedos, según señala un aviso dado a conocer anteayer por la Estación Fitopatológica do Areeiro, solo 24 horas después de que su director, Pedro Mansilla, compareciese públicamente junto al presidente de la Diputación, Rafael Louzán, para dar cuenta de la expansión de la plaga. Un aviso previo de Areeiro, fechado el 25 de junio, daba cuenta de la aparición de síntomas del mildiu de forma bastante generalizada en todas las comarcas de la provincia con intensidad diferente según las fincas, si bien también se decía que había parcelas libres de la plaga.

Anteayer, se indicó que en las plantas mantenidas sin tratamiento durante toda la campaña la enfermedad ha seguido evolucionando y ya prácticamente no se encuentran racimos sanos. Al fondo de esta situación está el cóctel formado por temperatura y humedad.

Condiciones desfavorables

Areeiro señala en su último aviso que, aunque las condiciones meteorológicas diurnas son desfavorables al desarrollo de la enfermedad, la humedad relativa del aire es bastante elevada (en torno al 60%, con máximos de 78-85% en zonas de O Salnés) y existe humedad foliar nocturna. Todo esto supone que no se están dando las condiciones para que los esporangios (cavidad donde están contenidas las esporas) dejen de ser viables y sí se están produciendo condiciones para la infección secundaria.

«Por este motivo -dice la Estación- continuamos en situación de máxima alerta, máxime considerando que la previsión meteorológica anuncia lluvias (por ayer), con lo que es imprescindible asegurarse de que las viñas están protegidas». Los técnicos dicen además a los agricultores que deben confirmar la eficacia de los tratamientos efectuados comprobando que no existen nuevos síntomas ni zonas de avance en los órganos afectados en los días siguientes a la intervención.

A este respecto, señalan que hay que tener en cuenta, además, que las lluvias reducen el período de protección de los fungicidas sistémicos y penetrantes, y lavan los de contacto.