La tanda de penaltis apea al Balonmán Lalín en la primera ronda de la Copa

Lorena G. C.

DEZA

18 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Fin de temporada para el Balonmán Lalín de Primera Nacional. El equipo de Alberto Miguélez perdió ayer en la tanda de penaltis ante el Porriño en la primera ronda de la Copa Deputación, y cierra así una temporada oficial que ha dejado más alegrías que sinsabores en la parroquia lalinense.

En el choque ante el Porriño, el BM Lalín se adelantó pronto en el marcador, y así fue casi todo el encuentro. Los dezanos, en función de la intensidad que ponían sobre la pista, aventajaban al rival en diferencias que oscilaban entre uno y cinco goles. Ninguno de los dos combatientes fue capaz de plasmar sobre la cancha la intensidad demostrada en Liga, y ahí fue donde se dejó la victoria el Lalín. Los 60 minutos de juego se dibujaron muy parejos, y el Porriño supo aprovechar las pérdidas de balón en ataque que afectaron a los rojinegros.

En el tramo final del encuentro, el Porriño consiguió recortar diferencias con los de Miguélez hasta igualar el marcador aprovechando tres errores consecutivos en ataque del cuadro dezano. Con el marcador en tablas, el Lalín dispuso de la última opción de gol del partido, pero también la desperdició, forzando así una tanda de penaltis que benefició al conjunto de Porriño. En los lanzamientos, el rival del BM Lalín llegó a tirar fuera de meta dos penaltis consecutivos, pero los rojinegros desperdiciaron tres, propiciando el triunfo de su rival.

Valoración de Alberto

«É moi difícil imprimir intensidade ao xogo a etas alturas da tempada». De este modo explicaba Alberto Miguélez la derrota de su equipo en Mos. El entrenador rojinegro subrayó que el partido había estado muy igualado y que ambas escuadras adolecieron de la intensidad y ritmo necesarios. «Cando nós apretabamos conseguiamos irnos no marcador, pero ao volver a afrouxar, eles aproveitaban e recurtaban distancias; foi así todo o partido». El entrenador del Lalín añadió que su equipo había fallado en demasiadas ocasiones de contraataque e incluso ante la portería vacía.