Casi 60 fallecidos entre pilotos, periodistas y residentes en 33 años de rali

La Voz

DEPORTES

02 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

La cifra de muertes en el Dakar se aproxima ya a sesenta, contando participantes, medios de información y seguidores desde que el motociclista Patrick Dodin, primera víctima moral, perdió la vida en 1979 tras salirse de la pista en Agadés (Níger).

Los años más luctuosos fueron 1986, edición en la que murieron siete personas entre ellas el «alma máter» de la prueba, Thierry Sabine, y 1988, en el que fallecieron seis.

Entre los muertos se encuentras dos españoles: Tomás Urpí, que seguía algunas etapas de la prueba en 1996, y el piloto José Manuel Pérez El Carni, como consecuencia de un accidente en 2005.

Desde que el Dakar se trasladó al cono sur americano se han producido cuatro muertes. En el debut de la aventura en Argentina, en el año 2009, el francés Pascal Terry falleció por un edema pulmonar en un camino de La Pampa.

Al año siguiente, en Córdoba, llegó el turno de una aficionada, Sonia Gallardo, que estaba a un costado del camino y fue atropellada por uno de los vehículos que participaba en la prueba.

Hace un año, también en Argentina, el peón rural Marcelo Reales manejaba su propia camioneta por una ruta provincial de Catamarca cuando fue embestido por el auto del participante argentino Eduardo Amor.

Agotado por el esfuerzo de haberse perdido el día anterior en las dunas de Fiambalá, Amor se quedó dormido en un tramo de enlace, en la ruta 60, en Tinogasta. El choque fue oblicuo. Al día siguiente, en el entierro de Reales, no hubo flashes ni cobertura mediática. No solo fue una muerte silenciosa: fue, sobre todo, una muerte injusta.

No obstante, contabilizar la cantidad de muertes que ocasionó el Dakar, desde su debut en 1979, es una tarea inútil. Según recordaba ayer la web de la revista argentina Corsa, especializada en automovilismo, «se deben sumar varios niños y mujeres que fueron atropellados por competidores, sobre todo en Mauritania».