Si no abona un millón de euros antes, actuará la comisión disciplinaria
30 sep 2011 . Actualizado a las 10:45 h.La FIFA ya ha movido, de nuevo, ficha en el contencioso que mantiene el Deportivo con el Nacional por el impago de parte del fichaje de Munúa en el 2003. Después de que al club coruñés se le pasara el plazo para recurrir ante el TAS la resolución del juez único de la Comisión del Estatuto del Jugador, el órgano rector del fútbol internacional le ha dado hasta el día 10 para pagar el millón de euros que le debe al club uruguayo.
Así se lo comunicó ayer la FIFA a la Federación Española de Fútbol para que, a su vez, le diera traslado al Deportivo. Según el escrito firmado por Gonzalo Bossart, asesor jurídico del estatuto del jugador, si ese día no ha pagado, el caso pasará a la Comisión Disciplinaria, que es la encargada de imponer las sanciones que recoge el artículo 64 del Código Disciplinario de la FIFA y que podrían incluir la retirada de puntos o, en un caso extremo de reiterado incumplimiento de la sanción, un descenso administrativo.
«Le solicitamos nos envíe, hasta el 10 de octubre del 2011 una copia del comprobante de pago de la suma adeudada. Por favor, tome debida nota que en caso de no recibir el comprobante de pago dentro del plazo antes mencionado, procederemos a someter el presente caso a la Comisión Disciplinaria para su consideración y decisión», refleja el documento remitido ayer al Nacional de Montevideo y a la Federación Española de Fútbol.
Estos doce días que da la FIFA al Deportivo para hacer frente al pago constituyen «el plazo de gracia que el organismo internacional concede cuando hay una sentencia firme y antes de adoptar medidas disciplinarias», explica Gonzalo Grijelmo, abogado del bufete Barrilero y Asociados que lleva la representación del Nacional en este caso,
El Nacional lleva años tratando de cobrar esta deuda, sin que el Deportivo haya pagado. En el 2008, el presidente de la entidad charrúa, Ricardo Alarcón, estuvo en A Coruña para reclamar el débito. Entonces, pedía 550.000 euros y aceptó unos plazos que, vista la sentencia de la Comisión del Estatuto del Jugador, no se cumplieron. Ese fallo del 10 de agosto del 2010 sirvió, además, para convertir en un millón de euros los 550.000 solicitados inicialmente por los rectores del club uruguayo.
Según explicaron en su día los directivos de la entidad sudamericana, «había unas cantidades discutibles que estábamos dispuestos a perdonar si hubiera buena voluntad. Tras el fallo de la FIFA, ya no».