La concursal devolvió al Celta la viabilidad y un plan de futuro

x.r. castro VIGO / LA VOZ

VIGO

01 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Celta cumple dos años fuera del proceso concursal, aunque sujeto a un plan de viabilidad que debe cumplir para garantizar el futuro. Pero desde que el 30 de junio del año 2009 el club firmó su convenio de acreedores la vida le ha cambiado para mejor. Ha reducido su deuda de 70 a 26 millones de euros, ha dejado de mirar al precipicio del descenso para postularse como claro candidato al retorno a Primera y la política de austeridad impuesta ha supuesto una apuesta decidida por la filosofía de cantera que le está dando frutos económicos y deportivos. Además, ha recuperado en gran parte la paz social. Tan solo queda pendiente la sentencia acerca de la responsabilidad de Horacio Gómez en la quiebra, la reclamación de Hacienda contra los ex gestores y una querella del ex futbolista Diego Placente por la reducción de capital aplicada.

El Celta entró en concurso voluntario de acreedores en julio del 2008, y once meses después sacaba adelante un convenio de acreedores que suponía una quita de más de 30 millones de euros tras la negociación con la Agencia Tributaria, Caixanova (hoy segundo accionista del club) y el resto de acreedores, que aceptaron una quita del 85%. Al mismo tiempo se firmó un plan de pagos a once años vista. En los dos primeros el conjunto que preside Carlos Mouriño ha pagado 2,6 millones.

Para poder cumplir con sus compromisos el club se ha sometido, por voluntad propia, a un duro plan económico en donde los dispendios están prohibidos y en donde se contempla el ingreso por venta de jugadores de dos millones por temporada, aunque en dos años ya han recaudado 7,1 por las operaciones de Ghilas, Joselu, Rodrigo Machado, Jordi y Denis Suárez.

Este plan de saneamiento ha permitido que por primera vez desde el concurso el Celta pagase por un traspaso el verano pasado (400.000 por David Rodríguez) y que poco a poco vaya sumando refuerzos de calidad a un proyecto que incluye una decena de canteranos en el primer equipo. Como consecuencia, el curso pasado saborearon el liderato y alcanzaron la promoción de ascenso y para el próximo curso ya hablan sin tapujos de luchar por el ascenso directo. En caso de conseguirlo, en un par de años su deuda podía quedar reducida a la mínima expresión y en caso contrario, en Segunda no corre ningún peligro de liquidación.