Primero fue la quedada de la semana pasada en la Plaza de Compostela, en la que la plantilla experimentó en directo la ilusión que hay entre la afición por el ascenso, y ayer por la noche volvieron a comprobarlo al acudir al último entrenamiento antes del partido en Balaídos.
Cerca de un centenar de aficionados se congregaron en los aledaños del estadio para animar a los jugadores mientras entraban en los vestuarios antes del entrenamiento y posteriormente tuvieron la oportunidad de entrar al estadio en los diez últimos minutos de la sesión programada por Paco Herrera a puerta cerrada. Acudieron con más de media docena de bombos que le dieron ambiente al entrenamiento aunque estuviesen durante el mismo fuera del estadio.
El Celta tampoco estará solo en Granada, aunque la representación de la afición celeste será muy reducida, pues finalmente el club andaluz solo ha accedido a cederle al club vigués 300 entradas para el partido de vuelta del próximo sábado a un precio de 35 euros.
El reparto de estas entradas lo hará la Federación de Peñas, organizadora de dos viajes: uno con noche el sábado en Granada y otro regresando nada más terminar el encuentro. La entrega se hará por riguroso orden de reserva del viaje desde el pasado lunes. Hoy por la tarde la sede de las peñas en Balaídos estará abierta para todos aquellos que quieran apuntarse.
El equipo viajará el sábado
La plantilla y cuerpo técnico viajarán por primera vez el mismo día del partido. Lo harán el sábado por la mañana gracias al chárter que ha contratado el club, al estilo del Barcelona de Guardiola, que siempre se desplaza el mismo día del partido cuando juega fuera de casa. A ver si le da suerte.