Casi cuatro mil aficionados presenciaron ayer la final de la Copa del Rey de balonmano en directo en el pabellón vigués de As Travesas. Fue la mejor entrada de los cuatro días de competición, aunque no se alcanzó en ningún momento el lleno absoluto (la capacidad del pabellón es de 4.500 espectadores).
Unas mil personas se desplazaron desde Valladolid para estar presentes en la final. Fue la afición que más gente tuvo de los siete equipos visitantes, aparte del Octavio. Otro centenar de seguidores eran hinchas del Ciudad Real. Los otros cerca de tres mil eran gallegos que demostraron la gran afición al balonmano que hay en Vigo y su área de influencia, aunque también es cierto que acudieron a los partidos más atractivos y con mejor horario.
En la primera jornada de cuartos de final apenas hubo unas 1.500 personas. En la segunda acudieron unos tres mil al partido del Octavio con el Valladolid y el Barcelona contra el Ademar de León, más o menos la misma entrada que en la segunda semifinal del sábado.