Respirando con Juca y Guardado

Pedro José Barreiros Pereira
P. Barreiros A CORUÑA/LA VOZ.

DEPORTES

Los dos jugadores del Dépor se pasan tres horas a la semana en una cámara hiperbárica para dejar atrás con oxigenoterapia su sucesión de lesiones musculares

30 nov 2010 . Actualizado a las 03:32 h.

Es un tratamiento complementario, diferente... y un poco aburrido. Juca y Guardado viajan tres veces a la semana a Santiago para sentarse una hora en una cámara hiperbárica. Especialmente perseguidos por las lesiones, los servicios médicos del club pretenden dar con la tecla de su frágil anatomía y acelerar la recuperación de dos futbolistas con los que Lotina apenas ha podido contar esta temporada.

Sus últimas dolencias dispararon las alarmas, pues afectaron a músculos en los que ya se habían lastimado con anterioridad. El brasileño sufrió el pasado día 10, en los primeros minutos del partido de Copa contra el Osasuna en Riazor, una microrrotura fibrilar de grado 1 en el bíceps femoral de su pierna derecha, la misma zona que se había dañado en un entrenamiento solo unas semanas antes, a mediados de octubre, y que también le había mantenido apartado toda la pretemporada.

A Guardado, que después de no perderse ni una de las seis primeras jornadas de Liga no juega desde el pasado 3 de octubre, se le reabrió una cicatriz en el bíceps femoral de la pierna izquierda. En poco más de tres años en A Coruña está cerca de alcanzar los 38 partidos perdidos por culpa de las lesiones, casi de un Campeonato de Liga completo.

Los futbolistas permanecen una hora en una cámara que provoca los mismos efectos como si buceasen a doce metros de profundidad. Allí se colocan una máscara por la que respiran oxígeno puro, lo que dispara el transporte de este elemento químico por su sangre. Llega así en mayores cantidades a los músculos dañados con el fin de que cicatricen antes. Para Juca no es la primera vez. Antes de llegar a A Coruña, cuando militaba en el Partizán de Belgrado, ya se había tratado en una cámara hiperbárica junto a sus compañeros. «Era para todo el equipo, para recuperarnos más rápido y mejor después de un partido importante. Allí había una sala más grande y entrábamos diez o doce jugadores a la vez», recuerda.

El brasileño afirma que después de estas sesiones de oxigenoterapia no se nota nada diferente. «No es que salgas y ya estés mejor -explica el mediocentro-. El médico ya nos dijo que es algo que mueve por dentro el organismo, que te hace bien desde dentro, pero que no se nota nada».

Juca insiste en que tanto él como Guardado, quien rechazó hacer declaraciones hasta que se encuentre completamente recuperado, están intentando «por todos los métodos» evitar nuevas lesiones. «Es un poco aburrido estar sentados una hora en un sitio sin mucho espacio y sin poder hablar [ambos llevan mascarillas durante la sesión], pero yo lo veo desde el punto de vista positivo. Tenemos que intentar cosas nuevas y espero que esto por fin pueda ayudarnos», señaló.

Por unas razones o por otras, el mediocentro, autor de dos goles vitales en el arranque de la pasada campaña, nunca ha jugado más de seis partidos seguidos desde su llegada al Dépor en el verano del 2009. Finaliza contrato el 30 de junio, pero no piensa en su futuro. Solo en volver a vestirse de blanquiazul. «Lo más importante es que cuando volvamos podamos volver a trabajar normalmente, como todos los compañeros», afirma.