El partido anual que el Deportivo organizaba en homenaje al mítico portero coruñés dejó de disputarse en el 2007, según su hijo por «los problemas económicos del club»
26 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.En el verano de 1989, nacía el Trofeo Juan Acuña, con el que el Deportivo trataba de homenajear la figura del mítico portero coruñés. Diecinueve años después, el partido dejó de disputarse sin que, hasta el momento, la entidad que preside Lendoiro haya informado públicamente de la desaparición del mismo.
Sin embargo, la familia Acuña da por enterrado el trofeo pocos días antes de que se cumpla el noveno aniversario del fallecimiento del que fue uno de los mejores porteros españoles de la historia.
Su hijo, Juan Acuña Real, entiende que la falta de comunicación de Lendoiro es sinónimo de que «ya no habrá más homenajes».
«Según dice el presidente del Real Club Deportivo, primero no se celebró porque tenía que disputar partidos europeos para clasificarse para la UEFA y no tenían tiempo. Y ahora, porque está muy mal de dinero y le cobran por cualquier cosa. No tienen un duro y no pueden hacer frente. Es que dicen que solo el árbitro ya les costaba un millón de pesetas», explica Acuña.
El hijo del fallecido portero explica que Lendoiro no se puso en contacto con su familia en ningún momento para comunicarle que el trofeo dejaba de celebrarse. Todas las comunicaciones fueron a través de José Luis Guillín Pérez, un ex empleado del Deportivo y del Hockey Club Liceo. «Hace dos años, me llamó Pepe Guillín para decirme que, como el Deportivo tenía que jugar unos partidos europeos para intentar disputar la UEFA, pues que no había fechas libres. Le dije que no pasaba nada, que lo primero era la institución y que lo importante era que se clasificara. El año pasado, volvió a llamarme para decirme que la verdad es que no había dinero y que todo el mundo quería cobrar», apunta.
A la familia Acuña le queda ahora el reconocimiento de toda una ciudad con la estatua que hay junto al estadio municipal de Riazor, así como el cariño de los aficionados que conocieron al meta bien por haberlo visto o por sus gestas.
En la mente de muchos
«Cada día son menos los que lo vieron, pero son muchos los que han oído hablar de él y que cuando saben que soy su hijo hasta me invitan a un vaso de vino», explica orgulloso Juan Acuña Real.
Y sobre el trofeo, el hijo del internacional absoluto con España y cuarto en el Mundial de Brasil, se limita a decir: «Lendoiro lo creó y Lendoiro lo destruyó. Nosotros qué le vamos a hacer. La verdad es que últimamente tampoco iba nadie a verlo, porque los equipos no eran atractivos», explica antes de matizar que «ni mi padre ni sus herederos hemos cobrado nunca nada por este trofeo». Y prosigue: «A veces se escuchan comentarios de que algo nos llevaremos y eso sí que hace daño. Nunca hemos recibido ni un duro, porque tampoco nos ha hecho falta, pero las mentiras hacen daño», apostilla.