Dorneda, o el milagro de un club que encadena ascensos

DEPORTES

10 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Un pequeño club en el corazón de Oleiros ha irrumpido con fuerza en el fútbol gallego. El Club Deportivo Dorneda se ha empeñado en no detener su meteórica proyección, lidera el grupo norte de la Preferente Autonómica y ya sueña con su asalto a la Tercera División. Este modestísimo conjunto, perteneciente a una parroquia de Oleiros que supera por poco los tres mil habitantes, lidera con solvencia una categoría que cuenta con equipos históricos de la talla del Betanzos, As Pontes, Viveiro, Xove Lago, Lemos o Laracha, todos ellos con antecedentes en divisiones superiores.

Emilio Suárez, presidente de la entidad desde hace doce años, califica la dinámica que está llevando el combinado como de «sorprendente». «No esperábamos estar arriba, de hecho nadie nos daba como favoritos. Pero si estamos ahí es gracias a nuestros aficionados, que nos acompañan siempre a todos los desplazamientos», señala. El Dorneda cuenta con 400 socios y es una de las entidades que más público arrastra a sus partidos de la categoría.

Ascensos continuos

Este milagro deportivo arrancó en el año 2006, cuando el Dorneda militaba en la Tercera Autonómica. Jugaba en la última categoría del balompié gallego y empezó a curtirse a base de las decepciones de varios intentos de ascenso frustrado. Dos jugadores aún sobreviven de aquellas vacas flacas: los veteranos Alfonso y Mito.

A partir de la temporada 2005-2006 todo cambió. El equipo se encadenó al carro de las victorias y con ellas ascendió una categoría por temporada hasta plantarse el pasado curso en la Preferente. En su segundo intento en esta competición, ya mira hacia la posibilidad de la Tercera División.

«Todos los ascensos tienen su historia, pero quizás el más valioso en su momento fue el de Tercera Autonómica. Llevábamos en esa categoría trece o catorce años seguidos y varias decepciones por no poder dar el salto», añade un Suárez que en verano presentó su dimisión «en un momento de calentón».

«Había sido una temporada difícil, con muchos sinsabores, y en un momento de enfado dije que lo dejaba, que me iba. Ahí tengo que agradecer a la junta directiva, a los socios y a la gente del fútbol en general, que me animaron a que siguiera adelante», resalta. «Ahora, seguiré hasta que los socios quieran. Soy un apasionado del fútbol y estaré en él mientras que me permita compatibilizarlo con mi trabajo y mi familia», dice.