Primer revés serio del Cangas ante un Arrate que le superó con claridad

Juan Villar

CANGAS

24 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Cangas falló en su primera final de la temporada, ante el primer rival directo llamado a pelear por no descender que pasó por O Gatañal.

Mucho va a tener que sufrir y que mejorar el equipo de O Morrazo para tener opciones de salvación hasta las últimas jornadas tras lo visto ayer. Los de Curro Lucena fueron arrollados por un Arrate que a priori ha perdido bastante potencial respecto a la pasada campaña.

El conjuntó cangués sigue colista y solo el Torrevieja sigue sin puntuar, como ellos.

El partido se puso demasiado cuesta arriba desde los primeros minutos. Los vascos consiguieron un parcial de 0-5 que a la postre fue insuperable para los locales.

Mientras el Arrate hacía goles de todos los colores, al contragolpe, de primera línea, desde el extremo, con el pivote y hasta rozando el pasivo, el Cangas empezó el partido con una caraja monumental en ataque. Cierto es que los vascos impusieron una defensa muy sólida, pero los de O Morrazo no eran capaces de de aprovechar ni los lanzamientos más claros, especialmente con un Soliño ayer desentonado.

Y menos mal que el meta Kosanovic, sin hacer maravillas, tuvo cuatro buenas intervenciones que evitaron que las cosas fueran a peor.

Borut Oslak rompió el hielo ofensivo a los seis minutos, pero hasta que Curro Lucena movió el banquillo no llegó la reacción. Antes, el Arrate ya había alcanzado su máxima ventaja de ocho goles (4-12).

La entrada de Nelson Espino y de Víctor Frade, junto a Pablo Sánchez, le dio alas a los de O Morrazo, que tuvieron sus mejores minutos de juego en esa parte final del primer tiempo al lograr un parcial de 7-2 que les metió en el encuentro (11-14).

Hubo una doble inferioridad del rival que el Cangas no aprovechó y en defensa no daban con la tecla, lo que permitió al Arrate irse al descanso seis arriba.

En la segunda parte hubo demasiada precipitación por parte de los de Curro Lucena para tratar de salvar contrarreloj esa amplia desventaja. Empezaron a hacer ataques demasiado rápidos, imprecisos, mientras que los vascos jugaban más tranquilos y conseguían finalizar sus ataques.

Esto llevó al Arrate a ir aumentando las diferencias, que llegaron hasta una máxima renta de doce goles (15-27). Mediado el segundo tiempo el Cangas prácticamente tiró la toalla y solamente al final la relajación defensiva de los visitantes permitió maquillar un poco el resultado.