Un modelo que duplicó la deuda y no amplió los títulos

José M. Fernández

DEPORTES

10 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Nunca la llegada de un presidente había sido saludada con tantos vítores. ¿Merecidos? Florentino Pérez, la esperanza blanca de un club con el crédito por los suelos, presenta el aval de un primer mandato cuyos resultados tampoco resisten el paso del tiempo. El empresario madrileño, como en el verano del 2000, ha debutado con el desembolso de 65 millones de euros para fichar a Kaká, un jugador cuyo coste, cuando cumpla su contrato, se elevará por encima de los 125. No será el último, ya que ha prometido en un año hacer lo que le llevaría tres, y el único plan es un dispendio en fichajes de 300 millones de euros (50.000 millones de pesetas).

Recalificación dilapidada

A contrarreloj, pero un modelo que se repite nueve años después ¿Cómo se compatibiliza semejante dispendio con un endeudamiento que a 30 de junio del 2008 superaba los 562 millones de euros? ¿Solo el empresario es depositario de la pócima mágica o quizá sus números no brillan tanto como se pensaba?

En el verano del 2000, Florentino Pérez heredó una entidad que acababa de ganar la Liga de Campeones, con una deuda de 227 millones de euros y cuyo ultimo presupuesto había sido de 115 millones. Cinco años y medio después, cuando abandonó la nave blanca, en febrero del 2006, la deuda del Real Madrid casi duplicaba la que él heredó (442 millones de euros). Por el camino, 2 Ligas, 1 Champion League y 499 millones en fichajes. Eso sí, todo después de haber dilapidado los 433 millones procedentes del pelotazo urbanístico que supuso la recalificación de los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva.

Más salarios

A golpe de talonario, Florentino Pérez reforzó al Real Madrid con jugadores como Figo, Zidane, Ronaldo o Beckham, estrellas que según sus propias palabras incrementaban el valor de marca del club y aumentaban los ingresos. Se cumplieron ambas premisas, pero en los 499 millones en fichajes también llegaron fiascos como Flavio, Cambiasso, Gravesen, Owen o Woodgate; y el incremento salarial fue enorme. En su primera temporada, 118 millones de euros en sueldos; en la 2005-06, la última con Florentino Pérez en la presidencia, los salarios consumieron 137 millones, pese a que en la plantilla ya no figuraban los dos primeros galácticos: Figo o Zidane.

Tres años en blanco

El dinero puede dar la felicidad, pero no garantiza los éxitos. El Real Madrid es el club que menos rentabilidad deportiva ha extraído con semejante inversión, y más endeudamiento. En las tres primeras temporadas con Florentino Pérez al frente, 2 Ligas y 1 Champions; en su tres últimas, ni un solo título que llevarse a la boca.

La gestión de Calderón

El asunto no mejoró bajo el mandato de Ramón Calderón, y no solo porque pocos meses después de su cese, el ex presidente está imputado por una presunta falsificación del voto por correo y por la manipulación de una asamblea. Calderón (directivo con Florentino Pérez) heredó una deuda de 442 millones, pero solo seis meses antes de su marcha los números rojos alcanzaban los 562 millones. Sin pelotazos urbanísticos, pero con una administración bajo sospecha, con Calderón el Madrid se gastó 301 millones de euros en fichajes. El resultado: un par de Ligas, la habitual eliminación en octavos de final de la Champions y una gestión en manos de la Justicia.

Receta antigua

Pese a que Florentino Pérez preside el club con la deuda más elevada del fútbol español (562,7 a 30 de junio del 2008), su única receta, como en el 2000, apela al gasto, el márketing y la capacidad para generar más ingresos de los cracs. A falta de una recalificación milagrosa, y en plena crisis económica, ni una sola mención al ahorro o a la reducción del nivel de endeudamiento.