José Vicente Toribio se impone en un accidentado Trofeo Diputación

Xabi Otero

PONTEVEDRA

25 may 2009 . Actualizado a las 18:31 h.

José Antonio Toribio se alzó con el triunfo en el Gran premio Diputación de Pontevedra, última prueba puntuable de la Copa de España. El ciclista del Andalucía Cajasur alcanzó la meta situada en la rúa de Alameda con 21 segundos de ventaja sobre el pelotón.

La enorme expectación se tornó en angustia un suspiro después por una caída que, aunque pudo ser muy grave, se resolvió con heridas leves para los implicados. Un participante perdió la pedalada y golpeó con su pie a otro, que impactó violentamente el suelo con su cara. Un tercero, que venía por detrás, no pudo evitar el choque y su bicicleta salto por los aires.

Sin embargo, todo quedó en un susto. La caída de Ibán Leanizbarrutia Cruz, representante del Bidelán vasco, se saldó con varias quemaduras y rascazos. El peor parado fue Álvaro García, del Universidad Politécnica de Valencia, que se rompió un diente y fue trasladado al Hospital Domínguez para dar unos puntos en la encía. La salgre brotando barbilla abajo creó cierta alarma entre el público presente en la línea de llegada.

Segundos más tarde, Daniel Ania, del Ciudad de Oviedo, lograba la segunda posición al imponerse en el esprint del pelotón. Eso le valió para conquistar el segundo cajón del podio de la clasificación general final de la Copa de España. El ganador absoluto fue Jorge Martín Montenegro, que tenía el trofeo en el bolsillo desde hacía varias semanas.

Asier Fernández se erigió en el mejor emisario del Súper Froiz con un vigesimosexto puesto, pero también a 21 segundos del vencedor.

Toribio cimentó su victoria en la ascensión al Lago de Castiñeiras. El castellano-manchego coronó la cima con 25 segundos de adelanto sobre un grupo perseguidor de 31 unidades. Quedaban 15 kilómetros para la línea de meta, pero no tuvo demasiados problemas para mantener su renta porque la bajada a Marín y el tramo de autovía hacia Pontevedra se lo tomó como una auténtica lucha contra el crono.

No obstante, también fue decisivo el trabajo de contención que realizaron sus compañeros Sergio Carrasco y Jorge Montenegro, que ya tenía el título de la Copa de España en el bolsillo.