Un derbi y más de dos mil kilómetros después, Nacho Novo demostró que lo de la ilusión por debutar con la selección gallega no era de boquilla. Jugó (y perdió) con el Rangers, se subió a un avión y cinco horas después saltaba como titular con Galicia en Riazor. El hábil delantero encontró el escenario perfecto en las defensas adelantadas y la presión arriba con la que salieron los dos equipos y a los 23 minutos aprovechó un pase elevado al hueco para controlar, plantarse solo ante Rahmati y batirlo por el palo largo.
Poco antes, Piscu había evitado el gol iraní al lanzarse al suelo cuando Kaebi se quedaba mano a mano con Roberto. Las constantes subidas del menudo lateral derecho visitante le amargaron la noche a Roberto Lago y obligaron a cargar el juego de gallegos e iraníes por esa banda.
Ali Daei colocó en punta a sus tres jugadores más hábiles (Rezaei, Borhani y Khalatbari) y apostó por sacar de la cueva a la defensa local para llegar en velocidad. Pero Rubén y Piscu estuvieron muy finos al corte.
Desde ambos banquillos se exigió toque y posesión y el público, que no paró de animar, compensó el frío criminal con un buen espectáculo. En un centro al área que la defensa gallega no acertó a sacar por dos ocasiones, llegó el empate iraní. El omnipresente Borhani empalmó el balón muerto en la frontal.
Tras el descanso, todos los cambios posibles, aunque Arsenio y Vázquez mantuvieron a Novo un rato más en el campo. El delantero tardó diez minutos (y otros tantos desmarques que nadie vio) en hacer una pared con Trashorras y volver a batir al portero. Después, se retiró con la ovación de la noche.
Losada de penalti y Khalatbari, en una contra perfecta, cerraron el cuarto partido de una Galicia que sigue invicta.
Selección femenina
La selección femenina, con seis de sus siete internacionales, jugará esta tarde ( 17.00 horas ) en Pasarón contra Baleares.