Contador aprovecha el trabajo de Mosquera para lograr otro triunfo

Agencias

DEPORTES

El gallego dinamitó la subida a Fuentes de Invierno para descolgar a Valverde y Sastre sin recibir ningún relevo

15 sep 2008 . Actualizado a las 02:44 h.

Ganó Alberto Contador. Pero el gran protagonista de la etapa de ayer, con final en Fuentes de Invierno, fue el gallego Ezequiel Mosquera. Porque el jefe de filas del Xacobeo Galicia dinamitó la última ascensión. Descolgó a Alejandro Valverde y a Carlos Sastre. Y arrastró al líder y a Levi Leipheimer hacia la meta. Los corredores del Astana no dieron ni un solo relevo al teense. Se limitaron a permanecer a rueda hasta que el madrileño lanzó un hachazo incontestable. Contador ganó. Leipheimer fue segundo. Y Mosquera entró tercero.

Contador confesó en meta que había pactado con Valverde cederle el triunfo de etapa «por el buen papel que está haciendo en la Vuelta». Y porque el Caisse d'Epargne, sin proponérselo, le había allanado el terreno al Astana en las etapas asturianas. Pero el ganador del Giro no fue tan generoso con Mosquera. Ni victoria ni relevos. «Me sorprendió. Creí que iban a tener un poco de compasión de los pobres», señaló el gallego.

Explicaba Contador que hizo lo que le había ordenado Johan Bruyneel. Ganar. El líder y su gregario no tenían ninguna obligación de dejar vencer a Mosquera. El ciclismo es una batalla continua por el triunfo. Lo que no se comprende es que no ayudaran al gallego en la subida. Contador puede dar los relevos que quiera y, además, vencer. Y no dio ninguno. Hizo lo mismo que Valverde en los Pirineos. Entonces atacó Contador, y fueron a su rueda Valverde e Igor Antón. Sastre flaqueaba. El murciano no colaboró para agrandar la brecha y fue criticado por el ganador del Tour 2007.

Contador argumentaba también que él y Leipheimer ya tenían suficiente tiempo sobre sus rivales para trabajar. Pero es extraño que el estadounidense esprintara para robarle a Mosquera la bonificación del segundo puesto. Puede que el margen con Valverde y Sastre no les pareciera suficiente. O también está la posibilidad de que Leipheimer no sea el escudero fiel que predica y que Contador no confíe plenamente en el americano.

Estas oportunidades «no se pueden dejar pasar», dijo el madrileño. «Mosquera es ambicioso, un gran corredor. Lo demostró el año pasado. Hizo un gran trabajo, pero estoy en un momento dulce y lo tengo que aprovechar», señaló.

Al menos Mosquera se afianza en la cuarta plaza y se acerca al podio al aumentar su ventaja sobre Valverde y reducir diferencias con Sastre. «Vi flaquear a Alejandro, que era el que más miedo me daba, y arranqué. Lo di todo, me ayudó mucho el apoyo de la afición gallega», dijo el teense, que promete emociones para la cronoescalada del sábado.

El otro protagonista gallego del día fue David García, presente en la fuga de la jornada. «A mí me pillaron a pie de puerto», comentó el marinense, que busca también su trozo de gloria.