Pekín se blinda con cien mil policías y soldados para proteger los Juegos

DEPORTES

Ante el peligro terrorista, el Gobierno moviliza aviones y barcos y multiplica controles en las sedes y el metro

03 ago 2008 . Actualizado a las 02:36 h.

Una cámara y una botella de agua pueden esconder un artefacto y un líquido peligrosos. Así que para entrar a un hotel y a los recintos olímpicos de Pekín, hay que enseñar una foto y beber algo como prueba. Para demostrar que todo es lo que parece. China saluda a los Juegos de la desconfianza. El Gobierno chino ata en corto al personal y los visitantes llegan con tiento a un país con controles a cada paso. Unos 110.000 policías y soldados blindan la capital china a cinco días de la ceremonia de inauguración.

A las medidas de seguridad habituales en grandes acontecimientos, Pekín añade un celo especial. Desplegó misiles tierra-aire de fabricación china en las proximidades del estadio olímpico, como pasó en Atenas 2004. Los controles de los jovencísimos policías también se suceden en carreteras, metro y trenes. En las sedes y en los hoteles. Y en lugares emblemáticos como la plaza de Tiananmen. El coronel Tian Yixiang explicó estos días que el Ejército desconfía de los independentistas uigures, la oposición tibetana contra el régimen chino, el movimiento Falun Gong y los grupos democráticos chinos en el exilio.

Aviones, helicópteros y barcos

Según el coronel Tian Yixiang, ya están listos por si fuese necesaria su intervención 74 aviones, 47 helicópteros y 33 barcos.

La Organización Internacional de la Energía Atómica (OEIA) es la que da más verosimilitud a las teorías chinas. Desde hace meses advierte del riesgo de que grupos terroristas atenten con material radiactivo.

Como sucede en otros acontecimientos de este tipo, Pekín cerrará por primera vez en su historia su espacio aéreo durante cinco horas. Lo hará en la ceremonia de apertura de los Juegos, el viernes. Los aviones pequeños no pueden sobrevolar en ningún momento el centro de la ciudad. Y en Quingdao, sede de las pruebas de vela, los buceadores buscarán «objetos sospechosos y peligros ocultos».

Al mismo tiempo, Pekín recibe ya a parte del medio millón de turistas, 35.000 periodistas y 16.000 atletas que estarán en los Juegos Olímpicos. Los requisitos puestos para acceder al país también inquietan a los deportistas, porque miles llegan a un país desconocido para ellos. Algunos de los que viajan con una delegación distinta a su nacionalidad tuvieron que retirar su visado en mano. Y otros debieron firmar cláusulas sobre su comportamiento y opiniones.

Para muchos, bajo la bandera de la lucha contra el terrorismo el Gobierno chino trata solamente de controlar cualquier manifestación en contra de su política.