Luces y sombras de una plantilla

Antón Bruquetas

DEPORTES

Álvaro Antón, Jonathan Pereira y Ceballos rindieron a un nivel por encima de la media del equipo, sin embargo se esperaba más de David de Pablos y Jaime Junior

22 jun 2008 . Actualizado a las 19:14 h.

En la época reciente, las temporadas en Segunda División para el Racing son de apretarse el cinturón. Siempre ha manejado uno de los presupuestos más bajos de la categoría -la pasada campaña no fue una excepción con unos números redondos de 3,3 millones de euros- y por eso la buena planificación de los fichajes cobra una especial relevancia. En el Racing este capítulo se consensúa entre el presidente, Isidro Silveira; el director deportivo, Fernando Pedrosa; el director general, Carlos Paz, y el cuerpo técnico. Su labor al frente de esta faceta en el curso 2007-2008 se ha parecido al devenir del equipo en la competición: grandes alegrías, pero también decepciones.

En lo positivo, dos nombres propios, Jonathan Pereira y Álvaro Antón. El vigués se convirtió en la referencia ofensiva del Racing desde el primer partido y acabó como el máximo realizador de la plantilla con 11 dianas. Un gran bagaje para un futbolista de tan sólo 21 años y que venía de jugar en Tercera División. Por su parte, Alvaro Antón aterrizó en Ferrol procedente del Valladolid en el mercado de invierno cuando peor estaban las cosas y le aportó al Racing el equilibrio y la profundidad que le faltaba. El burgalés, de 24 años, también tomó la responsabilidad en las jugadas de estrategia, una parcela que, desde entonces, mejoró sensiblemente. Cerró la temporada con seis tantos y en gran medida fue el artífice de que el equipo estuviese vivo hasta el final del campeonato.

Pero además de Jonathan Pereira y de Álvaro Antón, el Racing tuvo en el lateral derecho Juan Carlos Ceballos, y en el central Charpenet a los pilares de su juego. Ceballos fue de menos a más. Comenzó la campaña sembrando dudas en los entrenadores, Juan y José Veiga, lo que le valió su paso a la suplencia, pero pronto regresó a la titularidad y aportó calidad, tesón y lucha por la banda. En cuanto a Charpenet, un jugador veterano que militó en el Olimpique de Lyon tenía poco que demostrar y sin embargo se implicó desde el primer minuto. Además creó peligro en las faltas al borde del área.

Chema Mato y Cami son otras de las sorpresas que deja el descenso a Segunda B. El cántabro que recaló en el Racing procedente del filial del Santader demostró en cada partido su agresividad. Mientras que el francés dejó su sello en los encuentros a través de su trabajo y sus desplazamientos en largo. Junto a Charpenet uno de los jugadores de campo que más minutos disfrutó en la liga. Al final reconoció que la liga se le había hecho larga.

Sinsabores

El capítulo negativo lo encabeza Jaime Junior. Cuando estuvo implicado su visión de juego y control del partido fueron una de las armas más eficaces del Racing. Sin embargo en el momento en que el equipo empezó a enlazar una serie de resultados negativos se descentró y forzó su salida del club aduciendo problemas personales. Se marchó en enero al fútbol portugués donde tuvo que dejar su equipo por fallar un penalti a lo panenka en el último minuto.

También baja fue la aportaciónd de David de Pablos. El jugador procedente de la cantera del Español venía a reforzar la banda izquierda, sin embargo llegó tarde y con algunos kilos de más, como él mismo reconoció. En la liga solo jugó contra el Cádiz. Dejó el Racing en el mercado de invierno.

Los delanteros de referencia tampoco respondieron como se esperaba. Javi Rodríguez, el Cacique Medina y Rudy Carlier se vaciaron en cada partido que disputaron, aunque este esfuerzo no se vio recompensado con goles. Entre los tres suman ocho tantos, tres menos que Jonathan Pereira y dos más que Álvaro Antón. Si bien es cierto que los sistemas que utilizó el Racing, como reconocía ayer el entrenador, Juan Veiga, penalizaban al atacante y primaban a los hombres de banda.

También se esperaba más de Roberto Souza. El jugador brasileño, procedente del Celta en invierno, estaba llamado a ser una de las referencias en el medio del campo y acabó de suplente por detrás de Chema Mato.

El caso más estrambótico de todos los fichajes del equipo lo protagonizó el serbio Stevan Stosic. Dejó el Málaga en diciembre para reforzar la plantilla y no llegó a disputar ni un solo minuto en partido oficial. El club y el jugador pactaron la rescisión del contrato.