Agreden a un árbitro de 14 años en un partido de infantiles

Víctor López

DEPORTES

07 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El colegiado vigués Gael Neira González, de 14 años, fue agredido en un partido de infantiles que jugaron el Alerta Traviesas y el Ponteareas en el campo de Coia, en Vigo. Según describe en el anexo del acta, el joven árbitro fue golpeado con una mochila y recibió una patada cuando abandonaba el recinto deportivo. El supuesto agresor es el padre de uno de los jugadores del equipo local.

Los hechos se produjeron a pesar de la victoria por 2-1 del Alerta. Durante el encuentro el colegiado expulsó al entrenador de los locales, el ex jugador del Deportivo y Celta Vicente Celeiro, con doble amonestación, según reza el acta, por «protestar sendas decisiones mías». Más tarde, desde la valla que circunda el terreno de juego el ex futbolista insultó al colegiado gravemente diciendo: «Había que darte unas hostias, cabrón», además de reflejar otra serie de insultos. También fue expulsada la delegada María del Carmen Rodríguez Martínez por decirle: «Eres un gilipollas y un hijo de la gran puta» y, más tarde, «te salvas de que no te dé una buena paliza». En el anexo también apunta que la delegada le cogió por el pecho en el vestuario y le dijo: «Yo no te llamé eso en el campo, pero ahora te digo aquí que eres un hijo de la gran puta». Por insultos también expulsó a otro jugador del equipo local.

Sanción a Vicente Celeiro

El Comité de Competición aún no ha decidido qué sanción impone al club, pero ya suspendido por seis semanas al técnico Vicente Celeiro y anunció otra sanción aún más amplia para la delegada. El Alerta señaló ayer a este diario, por medio de su presidente, Alfonso González, que la delegada, madre de un jugador del equipo, le había presentado su dimisión compungida por todo lo sucedido.

Los padres del colegiado aún no han presentado una denuncia ante los juzgados, pero esperan hacerlo en las próximas horas, ya que desde ayer conocen la identidad del presunto agresor. Gael Neira lleva un collarín cervical tras los incidentes.