«El gallego no está en peligro de extinción»

Luís Villamor

CULTURA

El especialista defiende el modelo educativo de Finlandia, con dos lenguas

13 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El idioma de enseñanza en las escuelas de Finlandia es el finés o el sueco, en función de la lengua materna del alumno. «Finlandia es un país bilingüe, en el que casi un 10% de la población habla sueco y el 90% finlandés, y el sistema funciona bien», asegura Lönnroth (Helsinki, 1945), conferenciante en la Facultad de Filología, en un congreso sobre lenguas románicas y construcción europea. Cree que el Estado debe «facilitar la posibilidad de elección».

-¿Recomendaría usted el modelo finés para Galicia?

-Sé que hay un debate político en Galicia. En mi país hay dos sistemas de escolarización paralelos. Los padres eligen en qué lengua quieren que sus hijos se escolaricen. Pero, si eliges el sueco, tienes que aprender finlandés, y si eliges finlandés, tienes que aprender sueco. -¿Los estudiantes acaban conociendo las dos lenguas? -Sí, sí, y el nivel de competencia depende de dónde vivas, porque no todos los suecoparlantes viven en todo el territorio. Los suecos de las zonas costeras aprenden bien el finlandés, pero si viven en el resto de Finlandia, en zonas más alejadas, donde son puramente finoparlantes, allí el nivel de competencia con el que acaban es como el de otra lengua extranjera. Además, hay un programa en el que los padres pueden mandar a sus hijos a zonas suecoparlantes, por un semestre, por ejemplo, para que tengan una inmersión en sueco desde pequeños. -¿Cuál es su sugerencia para evitar la crispación en territorios con dos lenguas? -Como funcionario de la UE no puedo tomar partido, porque las competencias lingüísticas corresponden al Estado español. Pero no se puede dar un modelo, hay que tener en cuenta el contexto. La Comisión no acoge con satisfacción las tensiones lingüísticas, porque piensa que las lenguas son una riqueza cultural y las tensiones no son bien recibidas. ¿Mi experiencia personal? Mis padres decidieron desde el principio que hablara sueco con mi madre y finlandés con mi padre, que son dos lenguas que no tienen nada que ver. Es el mejor regalo que he podido recibir de ellos. -¿Es el perfecto caso de hablante bilingüe? -Sí. Pero mis padres me mandaron a un colegio finoparlante, porque el finlandés es la lengua más hablada y consideraban que en la sociedad, para moverse, para hacer carrera, había que dominar la lengua más hablada. -¿El gallego está en peligro? -No. En mi opinión hay una masa crítica importante de gente que lo habla, en torno a los tres millones. Yo conozco lenguas en peligro, como el libonio, finohúngara, que se hablaba en Letonia, que hablaba un pariente mío, y de la que ahora solo quedan diez personas. Uno de los criterios de salvamento es la prensa, y Galicia tiene la literatura, la suya es conocida en el mundo entero, y las instituciones, escuelas, colegios... El gallego es una lengua viva. -¿Qué nivel de implantación tiene en la Comisión? -En la UE hay 23 lenguas oficiales. El gallego no lo es, porque el Estado español es el que elige cuál es la lengua oficial en el acta de adhesión. Y la Comisión no tiene derecho a iniciativa, sino que la tiene el Consejo, los representantes de los Estados. Pero el Estado español ha exigido que el gallego sea considerado cooficial, en el sentido de que los gallegos puedan dirigirse en su lengua a las instituciones y tengan derecho a recibir respuestas en esta. -Hay quien cree que el castellano peligra en Galicia... -Es una lengua mundial, con sus millones de hablantes, y no veo ningún peligro.