La exposición, que se inaugura hoy, ofrece una selección de los fondos artísticos de la Fundación Caixa Galicia
26 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.La sede de la Fundación Caixa Galicia en A Coruña ofrece, desde hoy y hasta el próximo 31 de mayo, la exposición Desde el informalismo a lo multicolor. Se trata de la primera pieza del ciclo Miradas, con el que pretende acercar al público los fondos de la fundación. En este caso, lo hará a través de 40 obras que muestran un particular resumen del arte creado en la península Ibérica en la segunda mitad del siglo XX.
El comisario de la exposición, Alfonso de la Torre, resumió a grandes rasgos el contenido temporal y estilístico de la colección: «Se trata de un recorrido que arranca con una cuidada selección de eso que se llamó el arte otro o período informalista, y llega hasta la selección de obras de pintura y escultura más recientes».
Dentro de ello, se perciben cuatro fases que, tal y como sugiere el título de la muestra, llevan al espectador desde las sombras y el blanco y negro de los años cincuenta hacia la luz y el color de los artistas de los años ochenta, noventa, así como la década actual. En el primer estrato, los trazos arrebatados de El grito de Antonio Saura dan la bienvenida al espectador a una sala -la de la planta sótano- en la que se pueden apreciar obras de Antoni Tàpies, Jorge Oteiza, Manolo Millares o Manuel Viola. En ellas predomina la oscuridad y las sombras.
«Era el momento del pesimismo existencial -apuntó de la Torre-, los años cincuenta, cuando el mundo descubre con pavor que han existido los campos de concentración. En España se agrava aún más por la Guerra Civil. Entonces surgen artistas que pretenden agitar las conciencias». Esa parte se complementa con un cuidado apartado documental, con películas y publicaciones de la época.
Las dos siguientes fases ocupan las plantas segunda y primera de la fundación. El contraste es total, gracias a su vitalidad y colorido. «Es lo que ha sido la llegada a la modernidad artística a través e pintores capitales de ese momento, como son Gordillo, José Guerrero o el Equipo Crónica. Con ellos, el arte que se hacía en la Península alcanzó la contemporaneidad», afirmó Alfonso de la Torre.