Machado recibe un homenaje en Colliure a los 70 años de su muerte

Belén Ortiz

CULTURA

Ayer, como cada 22 de febrero, el cementerio donde reposan el poeta y su madre recibió numerosas visitas

23 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los versos de Antonio Machado han sonado en Colliure, donde murió en el exilio hizo ayer 70 años, en la voz de jóvenes poetas de Andalucía que homenajearon al poeta y rememoraron su breve estancia en la pequeña localidad francesa, donde yacen sus restos.

En Colliure, última etapa del penoso peregrinaje del escritor hacia el exilio, una delegación andaluza revivió los últimos días del poeta, declarado por la Junta autor del año junto a José Antonio Muñoz Rojas. El acto, promovido por el Centro Andaluz de las Letras, sirvió de unión simbólica de las ciudades que vieron nacer y morir al autor de Soledades en forma de arrayán, el que procedente del palacio de las Dueñas de Sevilla, donde Machado nació en 1875, fue depositado en su tumba junto a un ramo de flores.

Tras la lectura, en la Casa de la Cultura de Colliure, de una selección de poemas de Machado a cargo de una joven generación de poetas procedentes de las ocho provincias andaluzas, la delegación revivió la llegada, el 28 de enero de 1939, del autor sevillano junto a parte de su familia -su madre, su hermano José y la mujer de este- a la pequeña localidad francesa, de unos 3.000 habitantes.

Con Monique Alonso, promotora de la Fundación Antonio Machado de Colliure, como guía, el recorrido se inició en la estación a la que aquel lluvioso día llegaron el poeta y su familia desde Barcelona, en la que fue la última etapa de su periplo hacia el exilio huyendo de la Guerra Civil (1936-1939) por sus ideales republicanos.

Acompañados por el periodista y escritor Corpus Barga, los Machado se dirigieron, por recomendación de un ferroviario, hasta el cercano hotel Bougnol-Quintana tras un corto pero difícil recorrido a pie y en taxi en el que la madre de Machado, exhausta y desorientada, preguntaba cuándo llegarían a Sevilla.

Tras una breve parada en un comercio de lencería masculina (hoy tienda de vinos) para reponerse del trayecto, los Machado se instalaron en el hotel, donde el poeta, sin apenas dinero y ya gravemente enfermo de neumonía, murió apenas un mes después de su llegada a Colliure y tres días antes que su madre.

La pensión, ubicada en una calle que hoy lleva su nombre, conserva intacta la habitación en la que ambos pasaron sus últimos días y en la que probablemente Machado escribió uno de sus últimos versos, el que a su muerte encontró su hermano en el bolsillo de su abrigo -«Estos días azules y este sol de la infancia»-, que ayer rememoró su sobrina nieta, Mercedes Lecea, presente en los actos.

Mercedes Lecea pidió a las jóvenes generaciones de poetas andaluces que extiendan el mensaje de «compromiso, integridad moral y tolerancia» que legó Machado con su obra, su vida y su muerte.

«Proverbio y cantares»

Durante el acto, en el que también participaron los escritores Antonio Rodríguez Almodóvar y Aurora Luque, entre otros, la consejera de Cultura subrayó la complejidad de la obra de «una de las voces más lúcidas de la lírica andaluza» y el compromiso de un hombre «de ideas e ideales». El homenaje, que se inició con una visita al Ayuntamiento de Colliure, donde la delegación andaluza fue recibida por el alcalde, Michel Moly, concluyó en el cementerio donde yacen los restos de Machado y de su madre, que ayer recibió numerosas visitas, entre ellas la del cantautor Paco Ibáñez, que interpretó

Proverbio y cantares.