Atom Egoyan cerró la sección oficial de la Seminci

M.?A. Fernández

CULTURA

01 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La recta final de la sección a concurso ya es un clásico en Valladolid, reservada para las películas con serias posibilidades de palmarés. Es el caso de la española La buena nueva, de Helena Taberna (autora de Yoyes ), que no es «otra» sobre la guerra civil española y que, en palabras de su autora, pretende aportar un nuevo punto de vista sobre ese período al centrarse en el doble papel de la Iglesia». Actores (Unax Ugalde tirando de un amplio catálogo de actores, en su mayoría vascos), dirección artística y tono narrativo brillan a gran altura. También por la historia que recrea, basada en hechos reales transcurridos en un pequeño pueblo de Navarra y donde el joven párroco se resiste a asumir la complicidad de la Iglesia con Franco, enfrentándose a falangistas y requetés. Una turbia trama de fusilados y delaciones se convierte en manos de Taberna en una visión diferente en el actual marco vigente de la Memoria Histórica. Entre los asistentes al posterior encuentro con la prensa estaba el historiador Ian Gibson. La calurosa acogida del público anticipa premio para La buena nueva.

La última de Egoyan

No provocó especial entusiasmo el pase de Adoración, pese a estar a la altura de su firmante, el canadiense Atom Egoyan, bien conocido de la Seminci y considerado entre lo más innovador del cine reciente. Se trata de un cóctel bien armado, en torno a un joven en busca de su identidad, que usa las nuevas tecnologías con ese fin, con unas pizcas de terrorismo completando la trama.

Egoyan, que acompaña a su película en la Seminci, sigue fiel a sus estructuras narrativas complejas, pero en esta ocasión ni asombra ni provoca sensaciones especiales. Se le nota acomodado. La reacción del público fue de decepción.

«El vestido»

La tercera película presentada en Punto de encuentro fue El vestido y llega desde Argentina con participación gallega en la producción, a través del programa Raíces, promovido por el Consorcio Audiovisual de Galicia. Paula de Luque, que se estrena como directora de largometrajes, propone una obra de autor, que destaca por su notorio distanciamiento de la línea habitual de su país, aportando un soplo de aire fresco a una cinematografía muy formalista y académica, y en consecuencia poco dada a experimentar nuevos caminos.

En El vestido, De Luque, coreógrafa, bailarina y experta en videodanza, juega con el tiempo a través de una puesta en escena poco convencional, intimista y también arriesgada. Se centra en una pareja, con sus recuerdos, sus fantasías, sus temores y en el marco de unas relaciones sentimentales muy complejas. El reparto, que encabeza Eduard Fernández, incluye la participación de la gallega Isabel Blanco, reivindicándose como actriz dramática después de su éxito anterior en Un franco, quince pesetas, que le supuso el Premio Mestre Mateo.