Dos visiones agridulces sobre la familia animan la competición en San Sebastián

Colpisa

CULTURA

La japonesa «Aruitemo, aruitemo» y la palestina «El cumpleaños de Laila», acogidas con grandes aplausos.

24 sep 2008 . Actualizado a las 22:27 h.

Jornada de transición la del miércoles en el 56 Festival de Cine de San Sebastián con dos películas agridulces sobre la complejidad de la vida y con la familia como tema común. La japonesa Aruitemo, aruitemo, que se podría traducir como Todavía paseo y la producción palestina El cumpleaños de Laila, han dejado un buen sabor de boca, aunque sin ser esa obra maestra que todo festival espera descubrir y que aquí se resiste a aparecer.

Aruitemo, aruitemo es un drama familiar que se desarrolla a lo largo de un día de verano. La película muestra como unos hijos ya adultos visitan a sus ancianos padres en la residencia familiar. El hijo y la hija vuelven, junto con sus respectivas familias, para una reunión inusual, con el fin de conmemorar la trágica muerte del hermano mayor, que falleció en un accidente quince años atrás.

Aunque el caserón y el menú de la madre apenas hayan cambiado con el paso de los años, se aprecian ligeros cambios en cada miembro de la familia. La película está dirigida por japonés Hirokazu Kore-eda, conocido por los espectadores españoles por su película 'Hana', que también fue presentada en el certamen donostiarra hace un par de años.

Acogida con grandes aplausos, Aruitemo, aruitemo es una película sencilla, de gran belleza plástica pero de hondo contenido emocional. Mezclando el humor y la melancolía, el director Kore-eda va sumergiendo lentamente al espectador en la vida y las relaciones de esta familia, con los padres anclados en las tradiciones y con unos hijos que a veces chocan con ellos, mostrando los pequeños detalles, los gestos, indicando que la vida familiar, aunque sea durante sólo 24 horas, puede ser agradable pero también bastante engorrosa. Kore-eda aparece aquí como un discípulo de uno de los grandes maestros del cine japonés, Yasuhiro Ozu, y ha llenado la narración de recuerdos personales para recrear los problemas de comunicación entre hijos y padres.

La vida en Ramala

El cumpleaños de Laila también se desarrolla a lo largo de un día. Es una película Palestina, coproducida con capital holandés, ambientada en Ramala. El protagonista es un juez al que para sobrevivir no le queda más remedio que trabajar como taxista con el vehículo de su cuñado. Dirigida por el palestino Rashid Masharawi, la película está lejos de ser la tragedia qué cabría imaginar dado el conflictivo lugar en el que se desarrolla la acción, pero incide lo complicado de vivir en una ciudad que quiere ser normal, pero en la que la gente va armada con fusiles y metralletas por la calle.

El protagonista es un hombre de cultura occidental, casado y padre de una niña, Laila, que ese día cumple siete años. Su mujer le pide que regrese a casa pronto, con un pastel y un regalo para su hija.

La jornada empieza para este hombre llevándola al colegio en el taxi, vehículo que luce una pegatina que indica que no se admite a pasajeros armados. A lo largo de la jornada, de los diferentes viajeros que se suben al taxi y de los distintos recorridos que hacen, se verá que la vida en Ramala es muy complicada, mientras que el taxista irá intentando encontrar algún minuto para comprar el pastel y el regalo para su hija.

Lo más interesante de El cumpleaños de Laila es la visión neorrealista de la vida de la ciudad y el contraste entre la fe en la justicia y en la legalidad del taxista y la anarquía y muchas situaciones surrealistas que llenan las calles. Al final, este taxista, al que el actor Mohamed Bakri llena de dignidad en su interpretación, desmoralizado tras haber visto de todo, incluso la caída de un misil israelí a pocos metros de donde se encontraba, regresa a su casa y cuando su mujer le pregunta que tal ha ido el día, responde, «como todos, nada nuevo». Película también muy aplaudida, que deja un cierto sabor agridulce.

Música contra la guerra

En la sección Zabaltegi se ha presentado un extraordinario documental que llegará a las pantallas españolas el próximo viernes. Se trata de CSNY/Déjà Vu y muestra a la mítica banda de los 70, Crosby, Stills, Nash y Young que, convertidos en unos sesentones, regresan para tocar juntos y manifestarse en contra de la guerra de Irak de la misma manera que en los 70 lo hicieron contra la de Vietnam. La película sigue a la banda durante su gira estadounidense de hace un par de años, alternando temas musicales con las reacciones de los asistentes a los conciertos, tanto a favor como en contra de la guerra. Posee un claro hilo narrativo, conducido por el periodista Michael Cerre empotrado en la banda, que combina pasado y presente, música y movimientos pacifistas, desertores del ejército y americanos furibundos y extremistas que no admiten que se critique la presencia en Irak. Todo ello envuelto con los típicos temas musicales de la banda como el mítico Living With War, de Neil Young.