Las pinturas murales de la Ribeira Sacra tendrán un mapa de riesgo

Jesús Manuel García

CIENCIA

El proyecto científico ensayará la técnica de la espectroscopia de plasmas inducidos por láser

12 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Las pinturas murales de la Ribeira Sacra, uno de los lugares donde mayor número de estas obras se conserva en Galicia, tendrán un mapa temático, es decir, un proyecto piloto que permita plantear procedimientos y posibles resultados para efectuar un estudio integral del patrimonio pictórico gallego. El proyecto científico ha sido realizado por Benita Silva Hermo, Beatriz Prieto Lamas, Carmen Folgar de la Calle, Juan Monterroso Montero y Enrique Fernández Castiñeiras, de la Universidad de Santiago, y para su ejecución se rubricará un acuerdo con la Consellería de Cultura.

Van a comprobar el estado de esas pinturas en esta singular comarca turística de Lugo y Ourense. El objetivo es ver con claridad y precisión los datos de cada pintura para actuar de forma rápida a la hora de comprobar su estado de conservación, si hay que intervenir con urgencia o no.

El ámbito geográfico del plan incluye 15 municipios de ambas provincias con cerca de ochenta ejemplares de pintura mural. En este tipo de obras es rica Galicia. Es un corpus interesante y se siguen descubriendo nuevos conjuntos.

Se hizo un esfuerzo para catalogar todas las pinturas murales de la comunidad. En 1990 se publicaba el catálogo dirigido por el profesor García Iglesias que obviamente no era una obra definitiva al seguir apareciendo más manifestaciones pictóricas, obras que tuvieron su escenario principal en las iglesias.

El desencalado de varios templos dejó al descubierto más pinturas. Como curiosidad se conservan más en la Galicia interior. Hasta el siglo XVI se mantuvo un modo de pintar con raíces en el románico y hacia 1600 muchos templos fueron encalados. A medida que avanza el siglo XVI el artista va prefiriendo pintar espacios más amplios y con el paso al siglo XVII la pintura mural gallega se hace al temple y al óleo en vez de al fresco.

El plan que ahora se pone en marcha estudiará las causas que deterioran estas obras. Así se va a investigar la composición química, sus pigmentos y aglutinantes. Analizarán las bases de esas pinturas y las capas de preparación del muro; la humedad de los muros, los microorganismos que hay sobre esas obras plásticas que se dañan, además, por el poco uso de algunos templos y por la acción humana indebida. Se seleccionarán los muros más representativos y cada uno será digitalizado; las condiciones ambientales del entorno y de la superficie de la obra también tendrán su análisis y se tomarán pequeñas muestras.

Pruebas químicas

Previsto está hacer pruebas químicas, mineralógicas y micromorfológicas de esas pinturas. Las técnicas que usarán serán la espectrofotometría, estratigrafías, difracción de rayos y una técnica innovadora, la espectroscopia de plasmas inducidos por láser, que se ensayará en la Ribeira Sacra.

Los datos que se obtengan se plasmarán en un mapa de riesgos, se ajustarán fichas de registro y catálogo de la Dirección Xeral de Patrimonio y se harán informes históricos completos de los murales analizados. Este proyecto pionero se extenderá después al resto de Galicia.

En la zona lucense de la Ribeira Sacra hay varias iglesias con pinturas. Solo en Chantada están catalogados nueve casos de pinturas murales, hay otro en Cereixa (Pobra de Brollón); uno más en Pantón y seis casos más en Sarria y así podríamos seguir.

En el lado ourensano quedan pinturas en el Claustro dos Bispos, en el monasterio de Santo Estevo, hoy parador de turismo. Otros centros benedictinos, Santa Cristina de Ribas de Sil, Sobrado de Trives o San Pedro de Rocas, poseen estas obras maravillosas.