La Administración ha sido incapaz en 19 años de rehabilitar Dombate

CULTURA

30 ene 2008 . Actualizado a las 11:11 h.

Casi 19 años después de que la Diputación se planteara la puesta en valor del dolmen de Dombate, conocido como la catedral de los megalitos gallegos, la misma Administración, dando muestras de flaqueza por los años transcurridos, se plantea devolver el yacimiento a la situación que tenía antes de las excavaciones de 1987 a 1989.

El monumento situado en el municipio de Cabana tiene más de 50 siglos de antigüedad, fue construido antes que las pirámides, y desde hace casi 20 años sobrevive bajo una lona, una solución provisional para proteger sus delicadas pinturas rupestres. En este tiempo se han sucedido los proyectos, pero salvo el traslado de la carretera, la ampliación del recinto y la construcción de estacionamientos, pocas cosas han cambiado. Ni la Diputación, que es la propietaria, ni la Xunta, que tiene competencias en materia de patrimonio, han sido capaces de sacar adelante el proyecto.

Ahora, las cosas están casi como al principio. El dolmen sigue excavado, con las pinturas al aire, sufriendo las consecuencias de su exposición a la intemperie y sin esperanza de una pronta solución.

El desarrollo del proyecto que ganó el concurso de ideas convocado por la Diputación a mediados del 2004 no ha gustado a Patrimonio, que reclama modificaciones tan importantes que para poder cumplirlas sería preciso un nuevo diseño. De todo ello la Diputación tiene noticias desde noviembre del 2006. Hasta hoy lo único que se ha hecho ha sido intentar convencer a la Consellería de Cultura de que la solución aportada por la empresa catalana Playmedia es la mejor de las posibles. El propio Salvador Fernández Moreda se reunió con la conselleira Ánxela Bugallo, pero ni aun así hubo solución.

Callejón sin salida

No es la primera vez en estos casi 20 años que el proyecto entra en una callejón sin salida, pero la experiencia dice que los intentos para desbloquear el asunto han sido más perjudiciales que beneficiosos.

El primer plan director de Dombate es obra del jefe del servicio de arquitectura de la Diputación, Fernando Cebrián; el arqueólogo, José María Bello, y el conservador Fernando Carrera. Los dos últimos participaron en las excavaciones.

La idea, presentada en 1995, era cubrir el yacimiento con un paraguas transparente y cerrar la cámara para proteger las pinturas. El organismo provincial tardó cinco años en ser capaz de enviar a la Xunta un planteamiento que fue muy contestado. Sin embargo, debido a que cumplía los requisitos técnicos exigidos, Patrimonio dio su aprobación unos meses después, no sin antes recordar a la Diputación y al Concello de Cabana que tenían pendiente el plan urbanístico.

El nuevo trámite volvió a llevar años. Se encargó en el verano del 2000 a González Cebrián del Moral y en septiembre del 2002 Patrimonio ya lo consideraba urgente, pero la lentitud fue tal que quedó quebrado por la Lei do Solo y no se pudo aprobar hasta el 28 de noviembre del 2003.

Sorprendentemente, cuando las cosas parecían que empezaban a encarrilarse, Fernández Moreda -que ya había dejado sobre su mesa el proyecto de Dombate cuando abandonó la Diputación en 1995- decidió convocar un concurso de ideas, lo que descompuso todo lo avanzado hasta el momento.

Edificio de mil metros

La idea de Playmedia gustó más que la anterior, pero cuando hubo que plasmarla comenzaron los inconvenientes. La ligera vitrina de los dibujos presentados por los diseñadores se convirtió en un edificio de casi mil metros cuadrados, de diez metros de altura y con una cubierta de tres de grosor. La monumentalidad fue demasiado para los técnicos de Patrimonio, que reclamaron que la construcción se mimetizara más con el paisaje del Chan de Borneiro. Y hasta hoy.

La incapacidad de la Diputación para cualquier trámite se refleja en el hecho de que los 2 proyectos aprobados por la Xunta, de los 13 que forman el conjunto, y que se refieren a la carretera y los estacionamientos, solo pudieron empezar un año después de haber sido adjudicados. Hay varios trabajos pendientes que no salen adelante y no se han pagado algunos trabajos realizados.