La platea de la calle Real

Noelia Silvosa
noelia silvosa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Tres artistas callejeros asombran a los viandantes, que colapsan la entrada a la vía

11 ago 2011 . Actualizado a las 19:48 h.

La calle Real huele a arte, pero sobre todo a espectáculo. Nada más adentrarse en la vía se advierte una multitud de personas agolpadas en torno a algo que nadie es capaz de ignorar. Si bien durante los últimos días se han dejado ver multitud de artistas con motivo de las fiestas y las ferias que ha ido ofreciendo la ciudad, lo cierto es que difícilmente puede superarse el poder de convocatoria que están logrando tres artistas que despliegan su buen hacer en plena calle.

Todo comienza en el momento en que se visualiza ese gentío. ¿Cómo ignorarlo? La curiosidad humana siempre ha querido ir más allá, y esta no iba a ser una excepción. Al adentrarse en ese remolino de viandantes y curiosos llega la sorpresa: un fakhir que levita, tres cabezas que se agitan sobre una mesa y la cabra con la dentadura más sonora que se haya escuchado jamás. Así son los personajes que dominan el panorama del centro de la ciudad y que han enamorado a sus habitantes.

La cabra, fabricada con brillantes tiras de colores, se dedica a abrir y cerrar su boca de madera al paso de los transeúntes. Por supuesto, no es el primero al que coge por sorpresa y que como resultado se gira asombrado o asustado. Pero para sustos los que dan las caprichosas cabezas que se encuentran depositadas sobre una mesa. En realidad, se trata de una persona que sostiene otras dos y que se dedica a bromear con todo el que se le acerque demasiado. Su reacción cuando alguien le echa unas monedas no se hace esperar, al igual que los gritos de los allí congregados. De pronto las cabezas comienzan a burlarse de su víctima y a saltar sobre la mesa violentamente, como si estuviesen a punto de salirse. Sus carcajadas resuenan a lo largo de la calle Real, al igual que las de su público una vez que se repone del susto.

Amor entre bastidores

Pero la verdadera sorpresa llegó cuando a esta caprichosa cabeza se le preguntó por su historia: «Pregúntaselo a mi mujer, que es la cabra que está aquí al lado». Así es como este matrimonio se gana la vida, yendo por diferentes lugares a amenizar las calles y arrancarles una sonrisa a sus viandantes. Y la verdad es que lo consiguen, prueba de ello es la expectación que despiertan. Pero si se trata de llamar la atención, al fakhir no le gana nadie. Este mimo, caracterizado al más puro estilo arabesco, levita ante el asombro de los viandantes. Con su alfombra mágica sobre el suelo, se ayuda de un bastón que agarra con una de sus manos para planear en el aire.

Pequeños y mayores lo contemplan tratando de adivinar el modo en que se mantiene suspendido, pero nadie parece acertar. De hecho, se releva con su ayudante cada hora sin desvelarlo en ningún momento.

No es de extrañar entonces que cada día la entrada a la calle Real se encuentre prácticamente colapsada, y tampoco es para menos. Y es que visto lo visto, no es necesario pagar una entrada para disfrutar de todo tipo de espectáculos al aire libre este verano en la ciudad y, de paso, soltar unas cuantas carcajadas.