«No la reconocíamos cuando la vimos de espaldas. Nos parecía un gato de lo delgada que estaba», recuerda Silvia Martínez, la dueña de Luna, la perrita shar pei que el sábado 14 se escapó de una peluquería canina del Ventorrillo. En nueve días, Silvia y su novio se recorrieron mil kilómetros en su busca. Utilizaron hasta un coche de la campaña electoral que les había prestado una amiga, reunieron a más de 40 amigos en el Facebook y pusieron en alerta a la asociación protectora de animales Gatocán. Todo el esfuerzo gastado mereció la pena: el domingo encontraron a Luna, arrastrando la correa verde con la que se escapó y tendida en la vía del tren.
Ellos viven en Betanzos y la adoptaron el 22 de febrero. Desde entonces, se convirtió en la reina de la casa, por eso durante la búsqueda «ni comíamos, ni dormíamos», explica Silvia. Se recorrieron Meicende, por donde se fugó. Llegaron a Arteixo y dieron la vuelta por Penamoa, donde unos chiquillos les dijeron que se la devolvían si les daban más de 50 euros. Tras varias falsas alarmas, el sábado pasado una amiga les prestó la furgoneta que el BNG usó para la campaña electoral. Como era jornada de reflexión, taparon toda la propaganda con carteles de la perra y, megáfono en mano, se recorrieron A Coruña entera llamando a Luna. Pero su esfuerzo no solo se quedó ahí, trascendió al ámbito virtual. Pusieron avisos en las redes sociales y gente de la página «perritos perdidos de Coruña» de Facebook se movilizó para establecer turnos de búsqueda.
El domingo por la mañana, su amiga Noemí les mandó un mensaje al teléfono móvil. Ponía que le parecía haber visto a Luna por la la vía del tren, cerca del Dolce Vita. Cuando llegaron, la perra los rehuía, no se fiaba. Tuvieron que tirarle unas delicias de pollo para que se acercara. Le encontraron heridas en las patas y el veterinario les dijo tenía una infección ocular porque en toda la semana que se pasó fuera no pudieron limpiarle los ojos con suero. Habrá que operar. Para los dueños y la directora de Gatocán, la responsable de la huida de Luna es la peluquera y, en vez de presentarle una denuncia, están pensando en pasarle la factura de la operación.