Galicia respondió a la huelga con un escaso seguimiento

La Voz

A CORUÑA

Hubo 8 detenidos en Vigo, 4 imputados en Ourense y una herida en Ferrol

28 ene 2011 . Actualizado a las 13:34 h.

Galicia vivió ayer una jornada de práctica normalidad a pesar de una convocatoria de huelga general de la CIG contra la reforma de las pensiones que arrancó dos horas antes de tiempo (a las 22.00 horas del miércoles) con piquetes en la puerta de PSA Peugeot Citroën de Vigo para impedir la entrada del turno de noche. El intento fracasó y la planta trabajó sin incidencias. La llegada de los piquetes a la zona comercial a media mañana obligó a cerrar algunas tiendas Ya en la madrugada, se efectuaron ocho detenciones en Vigo por daños en entidades bancarias, desórdenes públicos y atentado contra un agente de la autoridad. Tras prestar declaración, los ocho arrestados quedaron en libertad, pero tres de ellos fueron imputados por daños.

En colegios y hospitales hubo pocos incidentes. En el sector sanitario, la Xunta cifró el seguimiento en un 3,38% y la media en el conjunto de la Administración en el 4,16%.

En Vigo la respuesta se situó entre el 60 y el 40% en el metal y los astilleros, según la CIG, cifras que los empresarios rebajaron al 5%. De las 12 manifestaciones convocadas en Galicia, la viguesa fue la más numerosa con 10.000 personas, según la Policía Local, y 50.000 de acuerdo con el sindicato.

Ferrol y Ourense

La CIG cifró en un 70% la respuesta a la huelga en Ferrol. Aparecieron un gran número de negocios con las puertas selladas con silicona, pero el único incidente se produjo en el exterior de un concesionario de coches en el polígono de A Gándara, y se saldó con una carga policial en la que, según la central, intervino un vigilante de seguridad y finalizó con una joven herida. En la manifestación participaron unas 7.000 personas según los convocantes (3.000 para la Policía Local).

Escaso apoyo obtuvo también la CIG en Ourense, con un millar de personas en la marcha y algunos percances en bancos y comercios. La Guardia Civil imputó a 4 personas por un delito de seguridad del tráfico «al ser sorprendidos arrojando tornillería y objetos punzantes» en el polígono de San Cibrao.

En A Coruña, 5.000 personas, según la policía (10.000 para la CIG), secundaron la manifestación. El paro se notó especialmente en el puerto exterior, en la estación de autobuses, en Zara Logística y Albada. En el puerto, la lonja funcionó con normalidad, pero no hubo descarga de mercancías. La respuesta del pequeño comercio fue del 50%, según la CIG, aunque la mayoría optó por cerrar al paso de los piquetes, para abrir poco después. Ardieron 6 contenedores y hubo barricadas en Pocomaco.

En Santiago, la huelga se tradujo en el cierre de comercios en el centro urbano, aunque en barrios como Fontiñas o Galeras operaron con normalidad. Se registraron problemas en la autovía que une Brión y Santiago, en conexión con la AP-9, y la actividad en el polígono del Tambre estuvo en un momento dado bajo mínimos. La manifestación reunió a 5.000 personas.

En Pontevedra, empresas de O Campiño cerraron a primera hora, pero volvieron a abrir al poco rato y la llegada de piquetes a la zona comercial obligó a cerrar algunas tiendas.

La respuesta en O Salnés rondó el 40% en la industria, con una incidencia irregular en colegios y muy discreta en el comercio. La CIG, respaldada por el BNG, reunió en Vilagarcía a medio millar de personas en una manifestación. En varios supermercados los piquetes arrojaron petardos para forzar su cierre.

En Lugo apenas tuvo respaldo en industria y comercio. Los piquetes actuaron en el polígono de O Ceao -donde el coche de dos sindicalistas salió con las cuatro ruedas pinchadas-, en el casco histórico y en los dos centros comerciales. Los negocios en Barbanza abrieron casi al 100% y la actividad en los polígonos fue la habitual.

La manifestación en Burela convocó a varios centenares de asistentes. Hubo piquetes informativos a la entrada de la fábrica de Alcoa en San Ciprián; la jornada en Alúmina y Aluminio se mantuvo sin incidencias, pero en el instituto Perdouro de Burela aparecieron las puertas con silicona.

En la Costa da Morte, el seguimiento fue nulo en empresas como Conservas Calvo o Cerámica Campo, aunque el profesorado faltó en varios institutos.