El alcalde, Javier Losada, y el embajador ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, coincidieron ayer por la tarde en el oficio religioso que acogió la capilla de la Grande Obra de Atocha con motivo de los actos con los que este fin de semana se conmemoran los cien años de la ordenación de Baltasar Pardal. Losada y Vázquez, que se sentaron uno a cada lado del pasillo central del templo y que después de la ceremonia charlaron con muchos de los presentes, no llegaron a saludarse en el interior de la iglesia, de la que salieron en distintos momentos.
La misa -que tuvo lugar en un espacio que se quedó pequeño para acoger a las decenas de personas que asistieron- estuvo oficiada por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, que se refirió a Pardal como un «ejemplo de entrega y abnegación» y rogó por la pronta beatificación y canonización del sacerdote fundador de la Grande Obra. También el Papa quiso unirse a la conmemoración del centenario: Benedicto XVI envió una bendición de la que se dio lectura hacia el final del acto.