Una prostituta acusa a un cliente de llevarla a un motel para pegarle e intentar violarla

Alberto Mahía A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

09 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Se conocieron en un club nocturno y él le propuso pasar lo que quedaba de noche en un motel. La chica puso precio a la aventura y el hombre aceptó. Llegados a la habitación, el cliente se transformó. De las caricias en el club pasó a los puñetazos y a las amenazas. Ella, con mucho miedo y con intención de encontrar un momento para huir, lo convenció para seguir la «fiesta» en una playa nudista. Al procesado le pareció bien la idea. Pero no se fiaba de la joven. Temía que intentara escaparse y para evitarlo le dijo que si lo intentaba le arrancaría la cabeza. Llegados a la playa, el imputado la arrastró hasta unos matorrales. Gracias a que la chica se lo pudo quitar de encima, logró correr hacia un cuartel de la Guardia Civil, donde pidió ayuda y puso la correspondiente denuncia. Así relata el fiscal la versión que dio la denunciante, y como la cree, solicita que se le imponga al hombre una condena de un año de prisión como supuesto autor de un delito de coacciones y otro año por un presunto delito de lesiones.

Oferta irrechazable

Los hechos que serán juzgados la próxima semana en el Juzgado de lo Penal número 1 se remontan al 11 de julio del 2005. Aquella noche, el procesado acudió al Club Chango, en Miño. Allí trabajaba la supuesta víctima, una mujer de origen colombiano que ejercía en el local la prostitución. En el local y fuera de él, pues cuando el imputado le propuso mantener relaciones en otro lugar, ella aceptó animada por la fuerte suma de dinero que le ofertó el hombre.

Tomaron unas copas y decidieron terminar la noche en el Motel Jardín, en Oleiros. Asegura la acusación pública que una vez que llegaron a la habitación el procesado comenzó a comportarse de forma violenta y grosera. Ante los lamentos de la chica, que le dijo que de seguir así se iría, el hombre, supuestamente, la agarró por el cuello, la empujó y luego le causó una herida en los senos.

Fuga

En un intento de calmar al presunto agresor, la joven trató de convencerlo de acudir a una playa nudista en la localidad de Pontedeume para allí hacer el amor al aire libre. El hombre accedió. Pero se pasó todo el trayecto, según indica el fiscal en su escrito de calificación, amenazándola con matarla si intentaba la huida.

Llegados al arenal nudista, el hombre continuó comportándose de forma violenta, cogiendo a la chica y arrastrándola hacia unos matorrales. La mujer se opuso. Con tanta resistencia que finalmente pudo quitárselo de encima.

Cuando fue detenido, el hombre negó los hechos. Dijo que la mujer discutió con él por el dinero y decidió irse sin que él hiciese nada para impedirlo.