Los atracadores que asaltaron la joyería Calvo cometieron el robo en apenas dos minutos

Alberto Mahía A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

13 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La policía no persigue a rateros de medio pelo. Busca a un elenco de delincuentes con mucho callo al otro lado de la ley. Son de los que saben muy bien lo que tienen entre manos. El viernes por la mañana no cometieron un solo error cuando entraron en la joyería Calvo y en menos de dos minutos se hicieron con un enorme surtido de relojes solo para muñecas pudientes. No solo por la rapidez y eficacia la policía está convencida de que se enfrenta a una banda profesional, que también. Parece que escribieran el manual del buen ladrón: hacerlo rápido, sin abrir la boca, sin causar heridos y desaparecer sin que nadie les pueda poner rostro. Hasta han sido previsores, pues el hecho de cometer el atraco con una pistola de juguete les servirá de atenuante si terminan algún día en el banquillo de los acusados.

El robo que cometieron, por otra parte, no es achacable, según el gremio de joyeros, a la falta de seguridad en el sector. «Es imposible evitar este tipo de asaltos», comentan desde la policía. Todo lo que tenía que funcionar ha funcionado. El botón de alarma del que dispone la joyería conectado a la central del 091 no falló. Un empleado pudo apretarlo nada más entrar los atracadores. Los propios delincuentes saben, según comentan en Jefatura, que eso se iba a producir, de ahí que no perdiesen el tiempo en intentar llevarse algo más. El botín lo tenían claro antes de entrar. Saben el tiempo de reacción de la policía y no dejan nada al azar. «Venían a lo que venían, a por relojes de dos marcas determinadas. Ni siquiera cogieron, que podían haberlo hecho, carísimos collares de perlas australianas que había junto a los relojes IWC», contaba una de las empleadas.

Es probable, sospecha la policía, que se trate de una mercancía que «ya tenían colocada antes del robo». Otra de las pistas que manejan los agentes encargados del caso es que se trate de una banda itinerante, que hoy está aquí y mañana en Estepona; si bien este extremo no está del todo probado.

Seguridad

Sobre la seguridad en este tipo de establecimientos se puede decir que «ha mejorado muchísimo en el último año; si bien no podemos bajar la guardia y quedan muchas cosas por hacer o mejorar», apunta un directo de la asociación de joyeros.

La policía trataba el viernes de encontrar huellas. Lo peor es que los delincuentes usaban guantes. También buscan restos entre los disfraces que emplearon y arrojaron a contenedores en la huida. Pondrá cara su captura la banda del payaso.