Baja la lista de espera de trasplantes pese a aumentar las negativas a donar

R.?D.

A CORUÑA

20 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La lista de espera de trasplantes se ha reducido por tercer año consecutivo en el Hospital Universitario A Coruña, el quinto de España en intervenciones. El 2009 se cerró con 200, tres menos que el 2008, por lo que son ya 3.869 las personas salvadas gracias a la generosidad de otras desde el inicio del programa, hace 28 años.

El descenso en los pacientes pendientes de la aparición de un órgano se ha producido a pesar del aumento de las negativas a donar, ya que el 21,7% de las familias que tenían la oportunidad de ceder los órganos de sus familiares ya fallecidos no accedieron a ello y el número de donantes pasó de 24 en el 2008 a 18 el último ejercicio. Reducir este rechazo es el principal objetivos del equipo que dirige Antón Fernández, coordinador de trasplantes, quien ayer llamó a la reflexión: «Solo con el compromiso personal de cada individuo podemos ayudar a los demás y evitar que nuestras tasas estén por encima de la media nacional (15%) e incluso lleguen a doblarla, como ya ha sucedido».

Fernández, que estuvo acompañado por el director asistencial del complejo, Santiago Ares, hizo un balance positivo del 2009, ya que el centro coruñés es uno de los cinco de España del club de los 200 trasplantes/ año». Cuarenta de ellos fueron de pulmón, cifra que solo superó el Vall d'Hebrón de Barcelona; 21 de corazón, el tercero de España, 96 renales, 37 hepáticos y 6 de páncreas. Ninguno fue infantil, ya que hasta diciembre no fue necesario incluir en lista de corazón a un niño.

La edad media del conjunto de los donantes se sitúa ya en 58,4 años, aunque hasta la mitad de ellos superaban los 60 y el 11% tenía más de 70.

Una de las razones que explican el descenso de la lista de espera pese a las negativas familiares a donar es la potenciación del trasplante renal entre vivos. En dos años, en el Chuac se ha pasado de 7 a 16, lo que ha supuesto que A Coruña doble, con un 17% del total de los injertos renales, la tasa española en este tipo de intervenciones.

A ello se suma que el coruñés es también el centro de toda España con la serie más larga de operaciones a receptores hipersensibilizados, con tasas altas de anticuerpos frente al donante y para los que resulta mucho más complejo dar con un riñón que su organismo no rechace. Para ello, se aplicaron en cuatro casos técnicas de inmunoadsorción e inmunosupresión para la depuración de la sangre. Antón Fernández destacó que en la mayoría de los casos se trata de personas jóvenes (la edad media fue de 40 frente a los 57 del conjunto de los renales), como mujeres con anticuerpos por embarazos, de modo que «la capacidad de recuperación de años de vida si se le trasplanta es muy alta para el paciente y para la sociedad, a cuyo sistema sanitario se le ahorran además muchos años de diálisis», dijo.

Incrementar las donaciones entre vivos, generalmente entre padres e hijos, hermanos, pero también entre primos, cuñados y amigos, constituye el segundo reto del complejo coruñés para este año, que se plantea realizar al menos dos cada mes. Incidió de forma especial el coordinador en el impacto que tendrán en la lista de espera: en el 2007 la formaban 361 personas en el Chuac, en el 2008 bajó a 333 y el año pasado se cerró con 317. «No solo se reduce el número -apuntó-, sino el tiempo medio de espera por un órgano y, por tanto, el de diálisis».

La contención repercutirá además en la reducción de la mortalidad mientras se espera un órgano, que en el 2009 fue de cero entre los pendientes de un corazón, del 2,6% en los de pulmón y del 6,8% en hígado.