La sensación general tanto de las fuerzas de seguridad como de los equipos de emergencias es que el Fin de Año del 2009 se desarrolló dentro de la normalidad, e incluso con un descenso en lo que se refiere a jóvenes afectados por la ingesta de alcohol hasta el punto de necesitar asistencia médica. No fue así, sin embargo, en lo relativo a lesiones por peleas, ya que la impresión de los grupos de guardia es de que aumentaron. El Orzán, donde llegaron a usarse barras o bates de béisbol en alguna reyerta sin que se registrasen heridos graves, fue uno de los puntos neurálgicos, pero a medida que avanzaba el día los conflictos se reprodujeron en otras zonas. Agentes de la Policía Nacional y la Policía Local se tuvieron que emplear a fondo también en trifulcas casi tumultuosas que, finalmente, pudieron solucionarse sin lamentar daños severos. Fue tal el caso, pasadas las 9.30 horas, de la calle Real y los Cantones, donde se calentaron los ánimos a la salida de un cotillón, o del muelle de Oza, punto en el que el despliegue policial contuvo una pelea también numerosa.