Vecinos de Meicende denunciarán a Repsol «si no deja de contaminar»

A CORUÑA

15 sep 2009 . Actualizado a las 11:11 h.

La asociación de vecinos San Xosé Obrero de Meicende está dispuesta a denunciar a Repsol ante el Seprona y la Consellería de Medio Ambiente si la refinería no toma medidas para evitar «la contaminación» que sufren los vecinos de Sobrado. Una denuncia que el presidente de la entidad, Orlando Bello, afirma que se materializará hoy mismo.

Según la asociación, el desencadenante de la situación fue provocado por las «continuas quejas» de los vecinos. Aseguran que hace quince días que el polvo de carbón ha invadido sus hogares debido a la manipulación del material al aire libre. La compañía, por su parte, reconoce que aunque se pueda generar alguna molestia al vecindario, en cuanto se detecta «se toman medidas de riego». Es decir, se moja el carbón para que el polvo no llegue a las casas colindantes. Y niega rotundamente que la contaminación afecte al vecindario desde hace quince días.

Un recinto cerrado

Desde San Xosé Obrero no están de acuerdo con esta versión y explican que incluso la refinería ha reconocido el error. «Temos que convivir con Repsol, pero desta forma non se pode», asegura el presidente de la entidad, quien exige que la manipulación se haga en un recinto cerrado. «Estamos cansados de chamar por teléfono e que nos respondan que si, que farán todo o que poidan e despois non fan nada. Isto é unha vergonza», asegura indignado José Ares, uno de los vecinos afectados por el conocido carboncillo que emite la refinería.

La asociación acusa a la compañía de no tomar medidas que mitiguen el impacto medioambiental en la localidad y denuncia que el carboncillo no es el único problema: «También hay escapes de azufre que afectan a las viviendas de la entrada de Meicende», asegura Bello mientras explica que esta sustancia se presenta en forma de polvo amarillo.

Otro de los puntos conflictivos que han endurecido las relaciones entre vecinos y la refinería ha sido la intención de plantar una arboleda más allá del perímetro de la refinería, aunque los vecinos lo impidieron al considerar que la empresa pretendía ocultar el trabajo realizado al aire libre.

Peligro para Nostián

Las reivindicaciones de la asociación van más allá al asegurar que la parroquia de Nostián se encuentra en peligro si se produce algún accidente tanto en la refinería como en las instalaciones de butano. «El único vial por el que pueden acceder bomberos y ambulancias es, precisamente, el que pasa por delante de estos recintos. Por lo que si se produce alguna explosión, cerca de 500 vecinos se quedarán atrapados sin que puedan ser auxiliados por los servicios de emergencia», asegura el presidente de la asociación de vecinos de Meicende.