Refutando los tres argumentos del ilustrado Cornide

La Voz

A CORUÑA CIUDAD

21 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

No siempre se atribuyó a Trajano la construcción del símbolo de A Coruña. «En la Edad Media fue Julio César el presunto constructor, y en la Edad Moderna se prefirió a Octavio Augusto», apunta el director del Arqueolóxico. Fue Cornide el que estableció la hipótesis del español Trajano. Bello supone que, «más que por el análisis y las pruebas históricas», lo hizo por «el prototipo de emperador bueno que representa, que nada tiene que ver con Claudio y Nerón, sobre los que pesa mucha mala fama, por cierto, injustificada». Partiendo del respeto, Bello refuta los principales argumentos de Cornide, que son tres.

El ilustrado defendía que la Torre no podía ser obra de Julio César porque, en ese caso, hablarían de ella autores clásicos como Estrabón, Mela y Plinio, y no lo hacen: «Siguiendo esa línea, también tendría que ser posterior a Trajano, porque Ptolomeo, que no la cita, escribió su Geografía después del imperio de Trajano». Además, añade que no significa nada que esos geógrafos clásicos no citen a la Torre, pues Plinio obvia el faro de Alejandría, una de las siete maravillas del mundo antiguo.

La conquista de las islas

Paulo Orosio sí hizo referencia, en el siglo V, a la Torre. Es el único autor antiguo del que se puede decir que la nombra con toda seguridad. La describió como un alto faro de Brigantia, una atalaya que dominaba la ruta de Britannia (Gran Bretaña). Cornide defiende con toda la razón que esa función solo se puede alcanzar tras la conquista de esas islas, que, argumenta, se inicia con Claudio y se consolida con su querido Trajano. Pero éste dirigió sus ansias de expansión hacia la parte oriental del imperio, y fueron Claudio, Vespasiano y Adriano los que más se volcaron con Britannia. Así que segundo argumento refutado.

El tercero nace de un error del ilustrado. Parte de que Sevio Lupo, el arquitecto del faro coruñés, se define como «lusitano aquiflaviense» (es decir, de la ciudad de Aquae Flaviae, la actual Chaves) en una inscripción en piedra que se conserva en la Torre. Y concluye que el faro ha de ser posterior a Vespasiano (69-79 d.C.), pues éste fundó la dinastía flavia y lógicamente antes de ello no podía existir una ciudad llamada Aquae Flaviae. El error es de lectura: en realidad, en la inscripción pone «aeminiensis lvsitanvs», o sea, de Aeminium (Coimbra). Y eso cambia mucho la cosa, pues, aclara Bello, «esa ciudad está plenamente constituida en tiempos de Nerón-Vespasiano», o sea, antes de Trajano.