«Intenté sacar el sofá que ardía, pero se enganchó en la puerta»

A CORUÑA

El propietario del piso incendiado en General Sanjurjo se quedó atrapado en su casa tras hacer salir a su mujer y a su hija

12 sep 2008 . Actualizado a las 13:19 h.

Cuando poco antes de las doce de la noche del miércoles se inició el incendio en el segundo derecha del número 242 de General Sanjurjo, su propietario, Javier Brea Losada, se encontraba acostado en la cama. Minutos antes de iniciarse el fuego, su mujer Carla do Val y la hija de la pareja, de 7 años, se encontraban en el salón viendo la televisión.

Carla do Val se levantó para ir al aseo, y a los pocos segundos apareció la niña en la habitación del matrimonio: «¡Arde todo!»m gritó. Carla se acercó al salón y ya vio salir fuego del sofá. Intentó sofocarlo con una manta: «Pero avivé las llamas y me quemé las manos», recuerda. Al mismo tiempo llegó su marido, quien también quiso apagar el fuego con una manta, pero fracasó. «Entonces decidí sacar a mi familia de casa para que no se abrasaran, al igual que los dos perros que tenemos», apuntó.

Javier se quedó dentro de la vivienda: «Intenté sacar el sofá que ardía, pero se enganchó en por la puerta, no pasaba por ella». Entonces saltó hacia el interior de la casa para empujarlo desde dentro. El fuego y el humo casi acaban con él: «Me ahogaba». Su hermano, Juan, que vive en el primer piso, vació tres extintores para rescatar a Javier, pero no lo consiguió. Finalmente, fue evacuado por una ventana por los bomberos, que usaron una escalera.

Otros vecinos

La unidad contraincendios también tuvo que evacuar con escala a los vecinos del quinto Ángeles, de 69 años, su hija Arancha, de 37, y su nieto, de 6.

Arancha explica que al oler a humo abrió la puerta: «Un fogonazo casi me deja ciega», recordó. Cerró inmediatamente, pero la carbonilla ya había entrado en casa. Lo primero que hizo fue poner a salvo a su hijo en una habitación con la ventana abierta y la puerta cerrada. Pero temió lo peor al no poder ver a su madre: «La llamaba y no me contestaba». La mujer también le pidió a los vecinos de otro inmueble que llamasen a los bomberos, «y que no me dejasen de hablar por la angustia». Cuando vio a salvo a su hijo «agradecí de todo corazón el trabajo de los bomberos», subrayó.